México tiene cereales que son nativos del país, el más conocido es el maíz, pero existe otro que es igual o mucho más saludable y mucho más económico, hablamos del amaranto. Pero ¿qué es el amaranto y cuáles son sus beneficios? Te contamos todo sobre este delicioso cereal que se consume desde tiempos prehispánicos.
¿Qué es el amaranto?
El amaranto, conocido científicamente como Amaranthus , es un pseudocereal originario de América, especialmente relevante en la región mesoamericana, donde su cultivo y consumo se remontan a tiempos prehispánicos.
Este grano apoyó un papel fundamental en la dieta de civilizaciones como los mexicas, quienes lo consideraban no solo un alimento, sino también un elemento con significados importantes en rituales. Se le rendía un lugar de honor junto al maíz y el frijol, formando la base de la alimentación y siendo utilizado en ceremonias religiosas.
Desde el punto de vista nutricional, el amaranto destaca por su extraordinaria composición, contiene entre un 14% y 16% de proteína de alta calidad, con un perfil de aminoácidos que incluye lisina, un compuesto esencial poco común en otros cereales como el maíz o el trigo.
Además, es rico en minerales como calcio, hierro, magnesio y fósforo, lo que lo convierte en una excelente opción para combatir deficiencias nutricionales. Su aporte en fibra contribuye a la salud digestiva, mientras que sus antioxidantes, como los polifenoles y flavonoides, lo asocian con beneficios en la prevención de enfermedades crónicas.
El cultivo de amaranto es notablemente resiliente, la planta es resistente a climas adversos, tolera sequías y prospera en suelos pobres, lo que la hace ideal para regiones con condiciones agrícolas desafiantes.
En México, los estados de Puebla, Tlaxcala y Oaxaca son grandes productores, manteniendo viva una tradición que trasciende generaciones. El amaranto no solo se cultiva como alimento, sino también como una planta ornamental y fuente de pigmentos naturales.
En el ámbito gastronómico, el amaranto tiene una versatilidad destacable. Sus semillas pueden consumirse tostadas, cocidas, molidas o incluso como base para productos como harinas, bebidas y barras energéticas.
En la cocina mexicana, es especialmente famosa por su uso en dulces tradicionales como las alegrías, elaboradas con miel y semillas de amaranto. Además, su aceptación como ingrediente saludable ha impulsado su popularidad en la cocina global, integrándose en recetas de panes, ensaladas y bebidas vegetales.
El amaranto es, sin lugar a dudas, un grano con una riqueza cultural, histórica y nutricional que lo posiciona como un recurso alimentario de gran importancia en el pasado y en la actualidad.
Beneficios de comer amaranto
Como lo dijimos anteriormente, el amaranto es un alimento muy nutritivo, los expertos destacan los siguientes beneficios como los más relevantes.
Fuente de proteína de alta calidad: el amaranto contiene todos los aminoácidos esenciales, incluida lisina, un compuesto que suele ser caso en otros cereales. Esto lo convierte en una excelente opción para dietas complementarias vegetarianas y veganas.
Rico en fibra dietética: favorece la salud digestiva al prevenir el estreñimiento y mejorar la flora intestinal. Su contenido de fibra también contribuye a mantener niveles saludables de colesterol.
Aporte de calcio y otros minerales: es una fuente importante de calcio, hierro, magnesio y fósforo, esenciales para la salud ósea, la producción de energía y el transporte de oxígeno en el cuerpo.
Bajo índice glucémico: debido a su bajo impacto en los niveles de azúcar en sangre, es una opción adecuada para personas con diabetes o quienes buscan regular su glucosa.
Libre de gluten: el amaranto no contiene gluten, lo que lo convierte en una alternativa segura para quienes padecen enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten.
Alto contenido de antioxidantes : Sus compuestos, como los flavonoides y polifenoles, ayudan a combatir el estrés oxidativo, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y problemas cardiovasculares.
Energía sostenida: gracias a su combinación de carbohidratos complejos, proteínas y grasas saludables, proporciona una fuente de energía constante, ideal para deportistas y personas con alta actividad física.
Propiedades antiinflamatorias: algunos estudios sugieren que sus componentes ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo, beneficiando condiciones como la artritis y otras enfermedades inflamatorias.
Apoyo a la salud cardiovascular: su contenido de ácidos grasos saludables, como el escualeno, contribuye a disminuir los niveles de colesterol LDL (malo) y mejorar la circulación.
Versatilidad alimenticia: además de sus beneficios nutricionales, su adaptabilidad lo hace ideal para preparar alimentos saludables y deliciosos, desde bebidas hasta postres y platillos salados.
Aunque el amaranto no tiene la relevancia y fama del maíz, es un grano que debe ser aprovecha más, incluso se ha llegado a considerar el alimento del futuro por lo fácil que es cultivarlo y su gran resistencia a muchos tipos de climas.
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR