La cofradía cabecista, que durante seis años hizo lo que se le antojó en Tamaulipas y aún después de terminar la administración desde posiciones de poder que logró en instituciones importantes de la entidad, está ante un escenario impensable para sus integrantes.
Desde el día que asumió la gubernatura, Américo Villarreal Anaya dio a conocer lo que se había detectado durante el proceso de entrega-recepción como irregularidades, adelantando que conforme avanzara la revisión habría más datos acerca de lo que se consideró un grave daño a la hacienda pública estatal.
A partir de entonces comenzó una etapa en la que las autoridades estatales obtuvieron información y solicitaron a la Fiscalía Anticorrupción y a la Fiscalía General del Estado, que actuaran en contra de los presuntos responsables, sin tener éxito.
El entonces titular de la Fiscalía Anticorrupción, Raúl Ramírez, mantuvo prácticamente congeladas 86 carpetas de investigación y no se les dio la celeridad necesaria, para actuar en contra de los funcionarios cabecistas que presuntamente cometieron las irregularidades encontradas.
En su campaña y después ya como gobernador, Américo ofreció a la población actuar en contra de quienes hubieran cometido delitos y provocado malversación de fondos públicos o incurrido en conductas irregulares, que hubieran derivado en afectaciones al erario.
La lentitud con la que la Fiscalía Anticorrupción actuó en estos casos impidió cumplir el compromiso, pero se mantuvo la promesa.
Pero la mayoría morenista hizo lo que la anterior Legislatura no pudo, se quitaron candados y se terminó con el control de el exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca tuvo en instituciones como la Fiscalía Anticorrupción, la Fiscalía General de Justicia y hasta fuerte influencia en el Poder Judicial, que en unos meses se renovará totalmente.
Con un nuevo escenario, las cosas cambiaron y con las primeras acciones judiciales firmes contra algunos excolaboradores de primer nivel del gobierno anterior, parece que la impunidad se terminó.
Puede afirmarse que el fin de semana inició la etapa de aplicación de la justicia, pues autoridades potosinas apoyaron con las tamaulipecas para asegurar a un exfuncionario de la anterior administración, quien está acusado por varias presuntas anomalías, según se dio a conocer.
En Tamaulipas, se espera que estas acciones judiciales que los tamaulipecos han esperado desde la llegada de Américo Villarreal Anaya a la gubernatura, sea el inicio de un operativo más grande y de alcances fuertes.
Francisco, su hermano Ismael y César “El Truco” Verástegui, así como otros cercanísimos integrantes de la cofradía cabecista, son observados ahora con más cuidado por las autoridades, ante la posibilidad de que sean requeridos por la Fiscalía General de Justicia, ya sin la protección de instituciones que retardaban las acciones legales en su contra.
Las expectativas de la gente que esperaba acciones rápidas en el gobierno de la Cuatroté están cerca de ser recompensadas, pues quedó claro que en esta etapa, sin la protección que tenían, los cabecistas están en una posición complicada.
Hubo quienes no entendieron que la tardanza en la aplicación de acciones legales contra Francisco y sus cercanos se debió a factores ajenos al gobierno de Américo, pues voluntad siempre ha existido, pero una red amplia de barreras institucionales impedía que eso sucediera. Ahora, todo es diferente.
Con estas estructuras ahora en manos del nuevo régimen, finalmente se abre el camino para empezar a ver acciones concretas en contra de quienes, siempre se dijo, abusaron del poder y de la confianza de la gente.
Desde la administración estatal se asegura que la impunidad tiene un límite, y ese límite ha sido alcanzado, pues estamos ante el comienzo de una serie de acciones que podrían llevar a varios de estos personajes a rendir cuentas ante la justicia.
Quienes saben de los casos que dieron pie a los expedientes, afirman que el fundamento de estas acciones es plenamente legal y recuerdan que Francisco ni siquiera asistió al acto de entrega del poder estatal, pues salió del país días antes de eso y no se le volvió a ver.
Los hechos recientes confirman que el compromiso de Américo Villarreal Anaya con la justicia empieza a materializarse, aunque dos años después de su llegada al poder.
La demora, aunque impaciente para muchos, era inevitable dado el control que los remanentes del régimen anterior mantenían sobre las instituciones clave, pero ahora que están alineadas con la justicia, se está dando el paso decisivo para restaurar la confianza de los tamaulipecos en el sistema judicial.
Para Francisco y sus colaboradores más cercanos, el mensaje es claro: el tiempo de la impunidad ha terminado.
Las acciones judiciales que se avecinan no son una simple advertencia, sino una señal de que la justicia los tiene en la mira.
EL RESPALDO MUTUO DE TAMAULIPAS Y CLAUDIA
La semana pasada fue muy fructífera para Tamaulipas y para Tampico, por las implicaciones de su relación con el gobierno federal.
Después de haber acompañado a la Presidenta Claudia Sheinbaum en su acto para celebrar los primeros 100 días de gobierno en la Ciudad de México, el gobernador Américo Villarreal Anaya participó en los foros sobre Sustentabilidad organizado por la Secretaría de Energía y el de las Juventudes, en Tampico y Ciudad Victoria.
Además, la Presidenta Claudia Sheinbaum encabezó una reunión a la que asistieron Presidentes Municipales y gobernadores del país, en la que revisaron varios temas relacionados con la asignación de recursos del presupuesto al Fondo de Aportaciones a la Infraestructura Social.
El Encuentro Nacional Municipal es importante desde la óptica de la coordinación de autoridades de los tres ámbitos de gobierno, ya que es la primera vez que tienen en conjunto un acercamiento de este tipo.
Ahí, Américo junto con las presidentas y presidentes municipales de Tamaulipas asistieron al evento que congregó a más de 2 mil 400 Alcaldes y Alcaldesas del país, así como a los 32 gobernadores.
En esa reunión de trabajo se acordó atender la problemática de seguridad, agua y servicios desde los municipios, algo fundamental para atender de manera satisfactoria la problemática de los ciudadanos.
El Encuentro Nacional Municipal se llevó a cabo en la Ciudad de México y pudo verse el liderazgo político de Claudia, algo que se nota en la relación con los gobernadores que respaldaron su fortaleza.
En especial, Américo hizo referencia en ese evento que es la primera vez que los tres niveles de gobierno y la gente, están alienados para llevar a Tamaulipas a la transformación que necesita.
Por. Tomás Briones