CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En el Bulevar López Mateos, frente a Soriana Verde, un grupo de personas se dedica a vender artículos para mascotas, como camas, casitas, suéteres y chalecos. Sin embargo, su labor va más allá de ofrecer productos, ya que también brindan refugio y calor a perros callejeros que buscan abrigo del frío.
Anoche, cuando las temperaturas comenzaron a descender, un cliente acudió al lugar para comprar dos camitas. Al llegar, notó a un perrito acostado en una de ellas, envuelto en una cobija. Al preguntar si el perro pertenecía a alguien, uno de los vendedores le explicó:
«Ese perrito lleva mucho tiempo viniendo. Siempre deja que lo cargue y se queda aquí con nosotros. Primero vino solo, luego trajo a sus amigos. Cada vez que hace frío, ellos vienen y les damos una cobijita para protegerlos. No puedo llevármelos a casa porque ya tengo siete allá, pero al menos aquí encuentran un poco de calor y cariño.»
Este gesto de generosidad y compasión refleja la grandeza del espíritu humano. En un rincón de la ciudad, estas personas han creado un espacio de bondad para aquellos animales que no tienen voz, pero sí un corazón que siente.
Dios bendiga a quienes, con un gran corazón, ofrecen un refugio a los más vulnerables, mostrando que el amor y la solidaridad pueden hacer la diferencia, incluso en los días más fríos.
Por Raúl López García