5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

Del dicho al hecho hay mucho trecho

TRÓPICO DE CÁNCER / JESÚS COLLADO MARTÍNEZ

El gobierno de Donald Trump inició con la firma espectacular de decretos que según sus cuentas impondrán nuevas formas para hacer las cosas en Estados Unidos, en los países vecinos y en el mundo. En un evento público y como si fuera un acto de circo romano firmó disposiciones que afectan seriamente la vida de muchos.
Con relación a las acciones ejecutivas que pueden afectar a México, Trump firmó una orden que priva de la nacionalidad americana a los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en Estados Unidos, y en respuesta inmediata los gobiernos de más de 20 estados de la unión americana han presentado acciones legales ante los jueces de aquel pais porque consideran que esa disposición es inconstitucional y por ello es muy probable que quede suspendida legalmente.
Firmó la orden para la deportación masiva de migrantes ilegales, que en el caso de los mexicanos según las agencias norteamericanas son 11 millones que viven ilegalmente en Estados Unidos, sin embargo la primera limitación que el propio gobierno de Trump hizo es que iniciarían deportando a quienes hayan cometido delitos o faltas a las leyes.
Esto se traduce en que hay 600 mil personas de origen mexicano con antecedentes legales administrativos o penales que ya forman parte de bases de datos oficiales y pueden ser localizadas, detenidas, procesadas y devueltas a México. Quedarían por localizar a casi 10 millones 500 mil personas, que en términos reales son indetectables porque la autoridad no sabe dónde viven ni quiénes son, lo que implicaría dedicar específicamente personal, equipo y mucho dinero de una o varias agencias norteamericanas a investigarlos, localizarlos, detenerlos, procesarlos y trasladarlos hasta la frontera con México
Trump dijo que aplicaría tarifas del 25% a los productos de Canadá y México, y seguramente lo hará, pero por ahora aplazó la fecha porque la aplicación de tarifas a los productos México si tendrá un efecto negativo para sus inversionistas pero también para los norteamericanos que compran la mayor parte de esas mercancías y que le venden a México una parte muy importante de lo que ellos producen, de tal manera que el aumento indiscriminado de aranceles dañaría a los productores y comerciantes y principalmente a los consumidores de los dos lados de la frontera y además, como ha dicho Paul Krugman, el economista Premio Nobel, esas tarifas serían violatorias del Tratado Comercial que negoció el propio Trump en su primera presidencia.
En el caso de la declaratoria de que los carteles son organizaciones terroristas que implica la persecución inclusive armada de los narcotraficantes en donde estén, la cuestión no es tan sencilla como parece porque requiere primero una autorización del congreso de aquel país, ante quien tienen que especificar cuáles son los cárteles que serán considerados como organizaciones terroristas, las razones por las que se les considera así y las sanciones que se les aplicarán, que van desde localizar sus recursos en bancos o instituciones financieras de Estados Unidos y congelarlos, localizar las propiedades bienes raíces urbanas y rurales para embargarlas, y detener a sus propietarios ya sea en territorio americano o fuera de el.
En el caso de los cárteles mexicanos el Gobierno de Trump tendrá que integrar muy bien los expedientes de cuales serán los Cárteles directamente señalados y la información que permite llegar a la conclusión de que son organizaciones terroristas y quien o quienes se considera que amenazan la seguridad nacional de los Estados Unidos antes de obtener la autorización del congreso para tomar medidas extremas.
En el frente externo Trump emitió el decreto por el que se denominará al Golfo de México como Golfo de América lo cual sólo tendrá efectos en Estados Unidos y no implica modificación de derechos territoriales ni marítimos de los dos países, exactamente como el caso del rio que sirve de frontera desde el Ciudad Juarez hasta Matamoros que en Estados Unidos es el Río Grande y en México es el Río Bravo.
Mientras tanto la comentocracia de la ultraderecha mexicana se reagrupa y se refugia en LatinUs el espacio que todavía financian Roberto Madrazo y sus socios, ahí se encuentran Carlos Loret de Mola, Víctor Trujillo Brozo, Denise Dresser, Héctor Aguilar Camín, Jesus Silva Herzog Marquez, Lorenzo Córdova y en Excélsior Ciro Gomez Leyva y en El Financiero y Tercer Grado Raymundo Rivapalacio.
Todos ellos mantienen sus ataques sistemáticos a todo lo que hace la Presidenta Claudia Sheinbaum, descalificando sus acciones y minimizando los resultados positivos que se están obteniendo en el combate al crimen organizado y al narcotráfico, en la atención y manejo de los grupos de migrantes que quieren llegar a los Estados Unidos y en el inicio de conversaciones y relaciones de alto nivel con los integrantes del nuevo gobierno de los Estados Unidos.
Lo que va quedando claro conforme pasan los dias es que, una cosa es que Trump diga que va a comprar paises o a invadirlos y otra muy distinta es que lo ponga por escrito y lo firme, y aún así, una cosa es firmar y otra muy distinta es poder hacer los cosas aunque se haya firmado una orden ejecutiva o un decreto porque, del dicho al hecho hay mucho trecho, así seas el mismísimo Presidente de los Estados Unidos.

POR JESÚS COLLADO MARTÍNEZ

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