Con el informe de ayer de Mónica Villarreal Anaya, los tres alcaldes de la zona conurbada concluyeron esta temporada de eventos para presumir lo conseguido en sus primeros 100 días de gobierno. Actos fuera de lo común, si se considera que los ediles de otras regiones no se sumaron a esta tendencia, o al menos no con tanta proyección.
Queda claro que la apuesta de los ediles de Tampico, Madero y Altamira fue para evidenciar todavía más, que nuevos tiempos políticos corren en el sur del estado.
Ya se ha dicho: desde hace muchos años no ocurría lo que pasa ahora: los tres presidentes municipales provienen del partido que también gobierna el estado, con todo el poder a la mano, incluido el Legislativo, y desde luego, todo ello bajo una línea vertical que proviene desde Palacio Nacional.
El panorama para Mónica, Erasmo y Armando luce inmejorable, pero también de esa magnitud son las expectativas en torno a sus administraciones.
Porque al componente político hay que sumar el financiero.
Los tres ayuntamientos dispondrán este 2025 de un presupuesto histórico.
Durante el 2024, Tampico ejerció 1,289 millones de pesos, y para el 2025 serán 1,462 millones de pesos de los cuales, 498.4 millones de pesos (el 34%) se destinarán
a servicios personales y 296.1 millones de pesos (el 20%) a servicios generales.
Ciudad Madero gozará para el 2025 de un presupuesto de egresos de 912 millones 793 mil pesos, superior a los 887 millones de pesos del año pasado.
286 millones de pesos serán para servicios personales, lo que representa un 31.3% del total, y 176 millones 764 mil pesos (19.3%) para servicios generales, con una inversión pública de 200 millones de pesos (21.91%).
Altamira seguirá gozando del presupuesto más grande de los tres ayuntamientos de la zona metropolitana. Tendrá a su disposición para este año un gasto total de 1,890 millones de pesos, suficientes para ejercer por ejemplo, una inversión pública propia de 400 millones de pesos, en la ciudad.
Los mensajes por sus primeros 100 días de gobierno, sirvieron en todo caso -no se puede hacer gran cosa en tres meses- para que los alcaldes delinearan sus prioridades, el rumbo de sus políticas públicas, y por qué no, la narrativa personal que imprimirán a sus administraciones.
Durante muchas décadas, la zona conurbada ha encontrado un desarrollo sostenido en dos pilares fundamentales: la industria petrolera y petroquímica, los servicios; ello, a pesar de la histórica falta de coordinación entre los tres municipios, por no hablar de los vecinos del norte de Veracruz.
Las condiciones hoy están dadas para que al impulso de la iniciativa privada
se sume el trabajo armonizado de los ayuntamientos.
No hay excusas para que en el 2027 no haya balances positivos.
