Como lo comentaba hace días, el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya realizó una gira por municipios fronterizos en la que se tuvieron resultados bastante favorables para la población.
La visita de Américo dejó claro que el desarrollo de la frontera no es una promesa de campaña, sino una política de Estado.
En una gira que abarcó desde Matamoros hasta Nuevo Laredo, el mandatario reafirmó su compromiso con la seguridad, la inversión y el bienestar de las familias tamaulipecas.
La presencia del gobernador en la zona no fue solo protocolaria, pues parte importante de las actividades fueron las reuniones de las Mesas de Seguridad realizadas en Matamoros, Reynosa, Díaz Ordaz y Nuevo Laredo, que evidenciaron el enfoque que su administración mantiene en la recuperación de la paz en la frontera.
El mensaje fue claro: la seguridad es prioridad, y aunque los avances han sido reconocidos por los alcaldes de la región, el trabajo debe continuar.
Es buen sabido que Tamaulipas aún arrastra rezagos históricos en esta materia, pero la voluntad política para revertirlos está presente.
El acompañamiento de autoridades federales como el subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar Reyes Colmenares, reforzó la coordinación entre los distintos niveles de gobierno.
En una entidad donde la frontera ha sido zona de disputa para el crimen organizado, es indispensable que las estrategias de seguridad no solo sean eficaces, sino también sostenibles en el tiempo.
Además de la seguridad, la gira de trabajo del gobernador dejó ver la otra gran apuesta de su gobierno: atraer inversión y generar empleo.
En Reynosa, por ejemplo, se anunció la construcción de una planta de fertilizantes con una inversión de 1,300 millones de dólares, que generará 1,500 empleos directos.
Un proyecto de esta magnitud no solo tiene impacto económico, sino también social, pues representa oportunidades para cientos de familias.
A esto se suma la expansión de la empresa LG Electronics, que con una inversión de 100 millones de dólares impulsará la creación de 1,300 empleos.
Mientras tanto, en Nuevo Laredo, la empresa Medline Industries inició la construcción de una nueva planta con una inversión de 250 millones de dólares, lo que significará 3,000 empleos más.
Estos anuncios no son hechos aislados, sino el reflejo de la confianza que el sector empresarial tiene en la administración estatal.
Más allá de los grandes proyectos de inversión, Américo también puso en marcha obras que impactan directamente en la calidad de vida de los ciudadanos.
En Matamoros, dio inicio a la pavimentación de vialidades con una inversión de 38 millones de pesos y entregó patrullas para fortalecer la seguridad.
En Reynosa, supervisó el avance del bulevar Fundadores, mientras que en Río Bravo entregó la rehabilitación del gimnasio «Las Liebres».
Estas acciones reflejan una visión de gobierno que busca equilibrar el desarrollo industrial con la mejora de infraestructura urbana y espacios públicos.
No se trata solo de atraer inversiones millonarias, sino de garantizar que el beneficio llegue a todos los sectores de la sociedad.
En su recorrido por la frontera chica, Américo Villarreal visitó la presa internacional Falcón, en Nueva Ciudad Guerrero, donde se reunió con representantes de la Conagua y la CILA para analizar la crisis de abastecimiento de agua.
El bajo nivel de la presa es un problema que no solo afecta a Tamaulipas, sino también a Texas, lo que convierte al tema en un asunto de interés binacional.
La escasez de agua impacta directamente en la producción agrícola, la industria y el consumo humano, por lo que es urgente una estrategia integral para garantizar el suministro en la región.
Este es un reto que el gobierno estatal no puede enfrentar solo; se requiere la intervención de la Federación y la cooperación con el gobierno estadounidense.
Una de las enseñanzas que nos dejó esta visita es que, a diferencia de administraciones anteriores, donde las giras de trabajo eran esporádicas y simbólicas, Américo Villarreal ha demostrado que gobernar desde el territorio es su sello.
La frontera tamaulipeca es una zona estratégica para la economía del estado y del país, y el gobernador lo sabe.
Con seguridad, inversión, obra pública y atención a problemas críticos como el agua, su administración está sentando las bases para un desarrollo sostenible en la región.
El reto será consolidar estos avances y mantener el ritmo, pues la transformación de la frontera tamaulipeca no es un objetivo a corto plazo, sino una tarea que requiere continuidad y visión de futuro.
Por. Tomas Briones
abarloventotam@gmail.com




