Ayer cerramos edición con una noticia que ha sacudido a la Liga de Expansión MX. Un medio nacional, Televisa Deportes, reportó que un jugador de Correcaminos está involucrado en temas de apuestas deportivas.
Esto, derivado de que varios futbolistas de la Liga Premier MX (Real Apodaca) aparentemente “rajaron” y pusieron en evidencia al jugador del equipo tamaulipeco.
Este tema, lamento decirlo, era cuestión de tiempo pues desde hace años, la Liga de Expansión MX ha perdido credibilidad. Sin ascenso ni descenso, sin incentivos deportivos reales y con salarios que han disminuido en comparación con la época en que existía el Ascenso MX como una liga competitiva, la tentación para algunos jugadores de buscar ingresos extra en caminos prohibidos era un riesgo latente.
No es la primera vez que sucede algo así. Hace apenas cuatro meses, el equipo de Alebrijes de Oaxaca estuvo involucrado en un caso similar. En ese entonces, la Comisión Disciplinaria abrió una investigación luego de que el mismo dueño del equipo detectara anomalías y notificara a la Federación Mexicana de Fútbol.
En aquel episodio, no se revelaron nombres, pero con el tiempo, algunos jugadores desaparecieron de la liga, algunos quedaron sin equipo y otros buscaron suerte en el extranjero.
Desde noviembre de 2024, cuando estalló el caso de Alebrijes, se sabía que esto no sería un incidente aislado; la Liga Premier MX ha sido señalada como un terreno fértil para las apuestas ilegales, y ahora la Liga de Expansión parece seguir el mismo camino.
La Comisión Disciplinaria de la FMF tiene una tarea difícil: investigar, esclarecer y sancionar, porque la credibilidad del fútbol mexicano está en juego.
Por el lado de Correcaminos, es imperativo que el club tome cartas en el asunto, deben identificar al jugador señalado, escuchar su versión y colaborar con las autoridades para que esto no quede en la incertidumbre.
Ayer intentamos contactar al jefe de prensa del equipo, pero no hubo respuesta. Tampoco el presidente del club dio declaraciones. Hoy continuaremos buscando información, porque esto no se puede dejar en el aire.
Ahora bien, que haya jugadores involucrados en apuestas no significa que todo el fútbol esté podrido.
Creo en este deporte y en la mayoría de sus protagonistas, pero si hay futbolistas que venden su honor por unos cuantos pesos, deben ser castigados con todo el peso de la ley deportiva. Porque el fútbol es más grande que cualquier trampa, y su credibilidad no puede estar en juego. Esto apenas comienza.
POR DANIEL VÁZQUEZ




