El efecto Pigmalión es un fenómeno que se utiliza en psicología y pedagogía para referirse a la potencial influencia que ejerce la creencia de una persona en el rendimiento de otra.
Ejemplo de estas creencias limitantes es que los hombres tienen mejores habilidades en matemáticas y ciencias que las mujeres, si un docente o empleador lo cree, de manera expresa o tácita lo manifestará, las niñas y las adolescentes lo percibirán y les generará desinterés en estas áreas.
Además, aquellas mujeres que estudiaron alguna profesión STEM (ciencias, tecnologías, ingeniería y matemáticas) enfrentan ambientes laborales dominados por hombres, donde pueden experimentar discriminación, violencia de género, falta de apoyo y oportunidades limitadas de crecimiento, instrumentadas por mujeres y hombres con ideas sexistas.
Otro factor que apunta en el mismo sentido es la escasez de mujeres en posiciones destacadas dentro de ámbitos STEM, lo que limita la visibilidad de referentes para las jóvenes, perpetuando la idea de que estas disciplinas y las profesiones asociadas no son para ellas.
A nivel mundial, según datos de la UNESCO, menos del 30% de las personas investigadoras científicas son mujeres. Y, en México, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), solo 28 de cada 100 profesionistas en áreas STEM son mujeres; mientras que, del total de hombres universitarios, 48 por ciento estudian una carrera STEM, entre las mujeres esta proporción es mucho menor, con solo un 21 por ciento.
El día de ayer se conmemoró el décimo aniversario del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, fecha enfocada en atender estas desigualdades en las condiciones que enfrentan las niñas y mujeres para incorporar su talento a las ciencias STEM. Una problemática que no solo limita su desarrollo profesional, a la vez, priva a la ciencia de perspectivas diversas para el progreso tecnológico y científico.
Resolver esta situación requiere de acciones como la implementación de políticas públicas con perspectiva de género que promuevan ambientes de trabajo inclusivos, equitativos y libres de discriminación que, a la vez, incidan en la eliminación de esas creencias estereotipadas que descalifican a las mujeres y activan el efecto Pigmalión en contra de las niñas interesadas en la ciencia.
¿Usted qué opina?
POR NOHEMI ARGÜELLO SOSA




