CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El 15 de febrero no es solo una fecha en el calendario. Es un día para honrar la valentía de miles de niños que, con sonrisas frágiles pero corazones indomables, enfrentan el cáncer.
Entre ellos está Jade Geselle Maldonado Martínez, una niña de 9 años originaria de Tampico, cuya sonrisa ocultó por meses el dolor de una batalla que comenzó en abril de 2024, cuando le diagnosticaron Leucemia Linfoblástica Aguda.
Desde entonces, su vida y la de su madre, Sandra Martínez, se han convertido en un viaje interminable entre Tampico y Reynosa. Cada traslado al Hospital de Especialidades 270 del IMSS implica gastos de transporte, hospedaje y la angustia de alejarse de casa. Pero enero de 2025 trajo una prueba aún mayor: Jade sufrió una recaída. Con fiebre, plaquetas y hemoglobina en niveles críticos, su pequeño cuerpo luchó durante semanas en una cama de hospital, mientras su madre, al borde del desamparo, rezaba por un milagro.
> «Sentí el terror de perderla…», confiesa Sandra con la voz quebrada.
«Pero Dios escuchó las oraciones de quienes nos apoyan, y mi Jade volvió a mí. Hoy está en casa, pero sabemos que esto no ha terminado».
La historia de Jade no es solo una lucha médica, sino un testimonio de amor y resistencia.
En el hospital, Sandra encontró una “familia” entre otros padres que comparten sus mismas pesadillas y esperanzas.
> «He visto partir a otros niños y duele como si fueran míos. Pero también he visto milagros…», dice, aferrada a la fe que la mantiene en pie.
Aunque Jade ha superado esta última crisis, el camino sigue siendo cuesta arriba. Cada viaje a Reynosa representa un golpe económico para la familia, que sobrevive con rifas, loterías y el apoyo de una fundación que les brinda productos básicos. Sin embargo, los costos de traslado y hospedaje siguen siendo una montaña imposible de escalar sin ayuda.
> «En el cáncer infantil, no hay enemigos pequeños, pero somos más los buenos”, recalca Sandra, repitiendo el lema que une a familias como la suya.
Hoy, en el Día Internacional del Cáncer Infantil, su llamado es claro: Jade merece crecer, jugar y soñar con el futuro. Con ayuda, ese futuro podría estar más cerca.
¿Cómo ayudar?
La solidaridad puede ser el puente que Jade necesita para continuar su tratamiento.
Las donaciones pueden realizarse a la tarjeta BanCoppel 4169 1614 3292 3109, a nombre de Sandra Graciela Martínez Santander.
También se puede apoyar compartiendo su historia, enviando un mensaje de aliento o sumando una oración a las miles que ya sostienen a esta pequeña guerrera.
Por Raúl López García
EXPRESO-LA RAZON