El posicionamiento de la Fiscalía General de la República, publicado ayer en respuesta a Francisco García Cabeza de Vaca, resultó revelador en muchos sentidos.
Primero en el más obvio: echó por tierra el festejo del ex gobernador, quien a través de sus redes sociales, había celebrado la supuesta cancelación de la ficha roja de la Interpol.
Pero más allá, la FGR confirma que los procedimientos que se siguen en México contra Cabeza de Vaca están activos, y no se han empezado a desvanecer con el cambio en la Presidencia de la República, como muchos afines al cabecismo querían hacer creer.
Más claro: las investigaciones no se extinguieron con la salida de López Obrador del gobierno. El proceso judicial está firme y es sólido, ajeno a la esfera del Ejecutivo.
En tres párrafos la Fiscalía que dirige Alejandro Gertz Manero, resumió el presente jurídico del ex gobernador, y de algún modo, también su futuro.
1) “El exgobernador ha sido acusado por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita en dos ocasiones, por hechos distintos. En ambos casos jueces de amparo con sede en Tamaulipas han dictado resoluciones -no definitivas- con el ánimo de favorecerle”.
2) “Ambas decisiones judiciales son totalmente irregulares, y por ello han sido impugnadas”.
3) “La Fiscalía General de la República estará integrando investigaciones en contra de quienes emitieron ese tipo de decisiones judiciales y procederá en ejercicio de sus funciones como legalmente corresponda”.
En pocas palabras, no hay novedad. Por su situación legal, Cabeza de Vaca seguirá haciendo política de confrontación, pero desde el otro lado de la frontera, porque cruzar a suelo mexicano implicaría el riesgo de ser detenido.
Todo ello, sin importar que la Interpol mantenga activa, suspendida, o incluso si finalmente decidiera cancelar de manera definitiva la famosa ficha roja.
No sorprende, desde luego, que el mismo ex gobernador y sus colaboradores más cercanos -unos cuantos dentro del PAN que todavía se mantienen a su lado- hayan intentado utilizar la suspensión de la notificación como un triunfo legal para su causa.
La dura verdad para ellos es que no hay tal, y la celebración del oficio enviado por la Interpol demuestra que la situación jurídica para Cabeza de Vaca no ha mejorado.
Por el contrario, después de años de parálisis, de unos meses a la fecha, las instituciones de impartición de justicia en Tamaulipas han empezado a avanzar en
las investigaciones contra ex funcionarios que cometieron evidentes actos de corrupción en el sexenio panista.
Todo ello, mientras la estructura financiera y política que apuntaló su proyecto se sigue derrumbando.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES




