2 junio, 2025

2 junio, 2025

La reforma que cambiará el juego del poder

A BARLOVENTO/ TOMÁS BRIONES

Desde hace meses, la Presidenta Sheinbaum anunció que al iniciar el período ordinario de sesiones del Congreso, enviaría una iniciativa para reformar la ley y evitar en adelante el nepotismo y la reelección de quienes ocupan cargos de elección popular.

Como lo comenté en su momento, esa reforma terminará con prácticas que, si bien son permitidas por la ley, moralmente son cuestionables y además, con el tiempo provocaron un desgaste de los partidos políticos que permitieron tanto el nepotismo como la reelección de funcionarios -Alcaldes, diputados, regidores-, de cuestionable desempeño en sus cargos.

Bueno, ayer en el Senado se aprobó en lo general la propuesta de Sheinbaum y se perfila lo que será un nuevo marco jurídico electoral que planteará reglas del juego que llegan en un momento adecuado para el país y para los partidos.

La experiencia de la reelección no ha sido buena en lo general, pues en diversas pates del país se han mantenido en el poder servidores públicos que llegaron por padrinazgos políticos o por patrocinios extraños, por la inercia de alguna campaña nacional o estatal y hasta por simple capricho.

Esto, la reelección y el nepotismo ha resultado una combinación que deteriora en forma acelerada la endeble democracia que no terminó de consolidarse desde la primera alternancia que hubo en el gobierno de México. De eso se dieron cuenta hace poco en el círculo cercano a Claudia.

La reforma propuesta por Sheinbaum es plausible, porque toca dos de los puntos que en Morena ya se dieron cuenta de que debe terminarse, para evitar que el partido sufra de un desgaste más acelerado del que ya provoca el ejercicio del poder a nivel nacional y en la mayoría de los estados, Congresos y municipios.

Además, terminar con la posibilidad de que dinastías políticas como la de los Monreal, los López Beltrán, los Alcalde Luján, los Batres y tantos otros que proliferan en diversos estados del país, beneficiará más al proyecto de consolidar la Cuatroté más allá de este sexenio.

Hay que ver la reforma como la definición de nuevas reglas del juego del poder y como una acción necesaria, para que Morena no se enfrente al mismo problema que su padre, el desaparecido PRD.

Al PRD lo llevaron a la extinción múltiples factores, entre ellos la tribalizació, la proliferación de corrientes que se creían con el derecho legítimo de imponer candidatas y candidatos con base en cuotas de poder, la ambición desmedida y la ineptitud de muchos de los servidores públicos emanados de ese partido -René Bejarano y Carlos Imaz, por ejemplo.

Con la aprobación de la iniciativa por parte del Senado que frenará la reelección de servidores públicos y plantea medidas contra el nepotismo, más allá del discurso oficial de fortalecer la democracia y evitar el abuso del poder, este cambio legal tendrá repercusiones profundas en la política nacional y en los estados.

En entidades como Tamaulipas, en donde los equilibrios de poder apenas comienzan a definirse tras la salida del gobierno panista, el impacto será visible y anticipa un escenario en el que los principales factores de poder deberán actuar con rapidez y tino, para no perder el control de lo avanzado.

La posibilidad de que alcaldes, diputados locales y federales busquen la reelección sin necesidad de separarse del cargo redefine la contienda electoral desde ahora, porque dependiendo de las adecuaciones que se hagan a la propuesta de Sheinbaum, las consecuencias en el reacomodo de los grupos de poder dentro del oficialismo serán distintas.

En el papel, esto da continuidad a proyectos exitosos y permite que los votantes premien o castiguen gestiones con el voto. En la práctica, otorga una ventaja natural a los servidores en funciones, quienes desde sus posiciones pueden operar políticamente con recursos y estructura pública.

En Tamaulipas, donde la alternancia política apenas consolidó a la Cuatroté en el gobierno estatal, esta reforma podría fortalecer liderazgos locales de figuras que tengan experiencia legislativa y arraigo en el electorado, para dar continuidad a su trabajo sin la incertidumbre de separarse del cargo.

Otro punto que debe considerarse en el ámbito local, es que el tema del nepotismo si bien no es tan marcado como en otros estados, sí es sensible políticamente y la aprobación final de la propuesta de la Presidenta Sheinbaum también limitará las opciones, lo mismo dentro del oficialismo que de la oposición, en donde la carencia de cuadros políticos fuera de grupos familiares es más crítica.

La iniciativa que busca frenar el fenómeno de Alcaldes que colocan a hermanos, esposas o hijos en candidaturas para garantizar el control político, también es benéfica no solo para Morena, sino para la población en general, porque a los partidos les permitirá airear sus propios cuadros, ampliar el número de opciones, construir nuevos liderazgos y prepararse para los relevos generacionales. A la gente, descansar un poco de los mismos nombres y rostros.

En Tamaulipas, donde los cacicazgos locales han sido una constante, la medida podría generar tensión en partidos como el PAN, cuya estructura tradicional se ha sostenido en herencias políticas familiares, pero también en lo que queda del PRI, en buena medida dentro de Morena y hasta en sus satélites del Verde, Movimiento Ciudadano y el PT.

La reforma de reelección y la lucha contra el nepotismo no solo son ajustes legales: son una redefinición del poder, en donde las reglas marcarán un escenario al que los partidos tendrán que adaptarse con rapidez, pues la alternancia estatal estará más cerca.

ESCOTILLA

Dicen que los iguales siempre se buscan para estar juntos. Eso parece ser lo que sucedió con los Yunes -padre e hijo-, al acercarse hace meses a Morena a través de Adán Augusto López, el exgobernador de Tabasco al que su sucesor acusa de haber permitido la infiltración de grupos criminales en la estructura de gobierno.

Adán Augusto se convirtió en padrino del bautizo político como neomorenista de Miguel Ángel Yunes Márquez, el panista que quiso suceder a su padre en el gobierno de Veracruz, el que estuvo a punto de ser detenido antes de asumir su cargo como senador del PAN y de saltar a Morena.

La ceremonia de oficialización de Yunes Márquez como nueva adquisición de Morena en el Senado acudieron ni más ni menos que Andrés Manuel “”Andy” López Beltrán y Luisa María Alcalde, los principales dirigentes del partido. Así o más claro.

Por. Tomás Briones

abarloventotam@gmail.com

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