La presencia del clan político de Adán Augusto López, que en el noreste del país representa José Ramón Gómez Leal, es cada vez más evidente en la guerra interna que se vive entre los morenistas de Coahuila.
Basta revisar los nombres de los involucrados para comprender lo que pasa en ese estado.
El senador Gómez Leal, “JR”, ya tenía cierta presencia en Coahuila desde el 2023 cuando fue enviado para “reforzar” la campaña del entonces candidato a la gubernatura, Armando Guadiana.
Por esas cosas que tiene la vida, ahora, el reynosense y su grupo han emprendido una campaña contra la hija del fallecido empresario, la senadora Cecilia Guadiana, a quien atacan de manera directa, con los mismos obuses que dirigen contra su pareja, el Delegado de programas del Bienestar, Américo Villarreal Santiago.
Se trata de una guerra sucia de manual que ha quedado evidenciada en las últimas semanas.
Quienes están atrás de esta ofensiva son personajes bien conocidos por los tamaulipecos.
En primer lugar, claro, el líder moral del grupo que desde el Senado de la República parece empeñado en confrontarse con el proyecto político de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Adán Augusto López ha desplegado su estructura en diversas regiones del país para intentar ganar control político en las elecciones intermedias, y en las locales que antecederán a la presidencial de 2030.
Hay que anotar en esa lista a Coahuila y Tamaulipas, y a José Ramón Gómez Leal como el principal operador de esta campaña.
En la red de peones que forman parte de esta empresa también está el senador Luis Fernando Salazar, célebre calderonista convertido al morenismo, quien aunque quisiera no podría ocultar su cercanía con el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, ni con el grupo que lo apuntaló políticamente.
Salazar, por ejemplo, fue socio de Roberto Gil Zuarth y Jorge Luis Lavalle Maury (también recientemente “morenizado” en Campeche) en la empresa Casa Sierra Santa S.P.R. de R.L.
El senador, compañero de fórmula de Cecilia Guadiana, contra quien ahora emprende una ruda ofensiva, está obsesionado con la gubernatura de su estado y todo lo que ahora emprende tiene como único fin la todavía lejana candidatura de la 4T.
No es casualidad la relación entre Salazar y Cabeza de Vaca, y su nueva aventura política.
Hace tiempo dejó de ser secreto que en Reynosa se tejió una alianza en la que participan José Ramón Gómez Leal, Francisco García Cabeza de Vaca y Maki Ortiz.
El ex gobernador, virtualmente abandonado por el panismo nacional, busca ejercer su influencia de cualquier forma posible, y ya está haciendo política de cara a la elección del 2027, cuando una vez más buscará el ansiado fuero para regresar a México.
Una de las vías posibles sería la del partido que pretenden crear los líderes del llamado Frente Cívico Nacional, como Guadalupe Acosta Naranjo, su ex representante y operador en la Ciudad de México.
A todo ello se suma otra versión que allá por el 2022 corrió con fuerza en Tamaulipas, y que apuntaba a un acuerdo de no agresión entre Cabeza de Vaca y el entonces Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien llegó a pedir a los tamaulipecos no quedarse estacionados en el pasado, cuando fue cuestionado por la prensa sobre los avances de la investigación contra el gobernador saliente.
Estas viñetas de la vida pública norestense ayudan a clarificar lo que ocurre en Coahuila, donde ya no pueden ocultarse las manos de “JR” y Cabeza de Vaca.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES