8 diciembre, 2025

8 diciembre, 2025

Crecen adoradores de Baco

ENROQUE/JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ

Por causas diversas, factores genéticos, psicológicos y sociales, baja autoestima y estrés, entre otros, el consumo de bebidas embriagantes crece constantemente, incluso en periodos de expiación como la Semana Santa y la Navidad.

Las estadísticas más recientes indican que, así como aumenta el número de los adoradores del Dios Baco, también se eleva el de las víctimas.

A consecuencia del consumo excesivo de licor y de cerveza murieron el 2019 en el mundo, sin contar a los que perdieron la vida en accidentes de tránsito, más de tres millones personas por problemas asociados a la ingesta de esos productos.

En México, en el 2022 el 55 por ciento de los adultos de veinte años y más eran tomadores frecuentes y el consumo excesivo alcanzó al 40.4 por ciento, en tanto que el 20.6 % de adolescentes entre los diez y los 19 años eran bebedores y el año pasado el consumo por persona fue de 8.2 litros.

A pesar de lo nocivo que la borrachera resulta para el bienestar, en los medios de comunicación, especialmente la televisión, se promueven irresponsablemente la venta licor e irónicamente las marcas de ese tipo de bebidas son los patrocinadores de los deportes más populares.

En períodos de asueto como la Semana Santa, los centros de recreo y esparcimiento, como las playas, se convierten en enormes cantinas al aire libre y los expendios de cerveza y alcohol se pelean las preferencias de los beodos y los grandes negocios que hacen en los estadios y canchas de juego.

Extrañamente, las leyes prohíben el consumo de drogas heroicas como el opio, la cocaína y el fentanilo, pero no el licor ni la cerveza, cuyos efectos son letales tanto para la salud como los hechos delictivos que ocasionan.

Mientras en las iglesias de los distintos credos se celebran misas y reuniones de culto para recordar a los feligreses del cristianismo la pasión y muerte de Jesucristo y los sacerdotes y pastores llaman a la gente a la sana diversión y esparcimiento, los jóvenes prefieren el desenfreno.

En la Navidad ni se diga. Así como los discípulos de Baco superan a los seguidores y creyentes de Jesús, en la época decembrina, además, el Dios del vino y el del consumismo, Santa Claus, aventajan cada vez más ampliamente a la tradición del nacimiento del mesías de Nazareth.

Los denominados días y fechas de penitencia y abstinencia tienen cada vez menos adeptos que los de disipación, desahogo y evasión, particularmente entre los jóvenes. La mayoría prefiere acompañar un convivio familiar o de amigos o disfrutar un encuentro deportivo con cerveza que con un café o refresco.

No obstante las advertencias de los médicos de que cuando se incurre en excesos terminarán padeciendo problemas hepáticos, fibrosis. depresión, ansiedad, pancreatitis, úlceras, arritmias cardiacas, entre otros padecimientos, que a menudo los llevarán a los hospitales y eventualmente a la muerte, los expendios de intoxicantes son cada vez más concurridos que los templos religiosos y sitios de oración.

jlhbip2335@gmail.com
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