La Semana Santa dejó cosas bastante buenas para Tamaulipas: Un saldo blanco, sin desgracias, sin contratiempos y además, con buenas cuentas en lo económico.
Mientras otros estados enfrentaron sobresaltos, Tamaulipas vivió una Semana Santa con saldo blanco y beneficios económicos tangibles.
En tiempos donde el turismo suele ser sinónimo de riesgo o de improvisación, el gobierno estatal mostró planeación, coordinación y voluntad política, lo que generó confianza, atracción de visitantes y mantener la seguridad.
El gobernador Américo Villarreal Anaya dijo con claridad al inicio del periodo vacacional que el turismo es una prioridad, pero también lo es la seguridad de la gente y de los visitantes.
Las cifras oficiales indican que en esta temporada más de 1.9 millones de visitantes llegaron a los distintos destinos turísticos del estado.
Los principales fueron la playa Miramar, aunque también se vio mucha afluencia en los pueblos mágicos, lo que se refleja en una importante derrama económica superior a los 1,800 millones de pesos.
La secretaría de Turismo ha dado a conocer las cifras y una que vale la pena destacar es la del saldo blanco.
No hubo incidentes mayores ni hechos que lamentar, lo cual se atribuye al operativo de seguridad en el que participan 5,274 elementos, que incluye 537 vehículos, 71 ambulancias, seis helicópteros y tres embarcaciones.
Toda esa fuerza operativa se desplegó en todo el territorio con apoyo de Protección Civil, Guardia Estatal, Marina, Guardia Nacional, Defensa y las áreas de Salud, Turismo y DIF.
Por eso, los resultados se entienden como producto de una coordinación eficiente entre los tres niveles de gobierno, con protocolos claros y atención constante en los puntos de mayor afluencia.
Otro elemento relevante de la Semana Santa y es consecuencia de la seguridad, es que la ocupación hotelera llegó a niveles notables, con picos de entre 88 y 100 por ciento en el estado.
Esto significa no sólo una excelente temporada para los prestadores de servicios, sino también un alivio para cientos de familias que dependen del turismo como sustento principal.
En resumen, la Semana Santa de este 2025 fue un buen periodo vacacional y una muestra de que el estado puede ser un destino confiable, atractivo y seguro.
El reto, como siempre, será mantener ese estándar, pero en esta ocasión, Tamaulipas puede presumir algo que pocos logran: orden, resultados y confianza.
Por. Tomás Briones
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