Por diversas razones, motivos y circunstancias esta columneja estuvo ausente varias fechas. Ahora tratamos de retornar a la normalidad, así sea en forma paulatina. Le platico: primero fue un camión de esos que violentan impunemente las calles citadinas (sin reglamento que lo impida), el que una mañana destruyó el cable de internet. Hecho el reporte, Telmex tardó quince días en reparar el daño sin mediar explicación alguna, como es costumbre de su dueño Carlos Slim en el trato con los clientes.
En tanto la salud del autor, sea yo, decayó de manera tan sorpresiva que obligó a visitar con la rapidez requerida a médicos, soportar tratamientos, estudios, análisis y una que otra alerta por riesgo de perder la existencia que supongo no ha de ser mucha, por el hecho de transitar ya por el octavo piso. Agreguemos los recursos siempre insuficientes para hacer frente a esta clase de emergencias. Relato lo anterior cual descargo de conciencia o justificación del retiro involuntario que deseamos no vuelva a suceder, al menos en el corto plazo.
El columnista entonces, aparece ubicado en una especie de limbo del que trata de salir más o menos bien librado. Aquí estamos entonces en manos de la naturaleza y desde luego dependiendo de la ciencia y de los encargados de aplicarla no siempre con sentido humanista sino más bien olfateando el negocio del temor a una muerte pronta y expedita.
Regresando al mundo “de los vivos”, entre lo ultimito encontramos el probable enjuiciamiento de Ernesto Zedillo por asuntos que parecen perdidos en el tiempo, como el mentado Fobaproa cuyo costo todavía pesará sobre las espaldas de los nietos de nuestros nietos; la devaluación que empobreció más a la población y enriqueció en proporción geométrica a los favoritos del neoliberalismo y por supuesto, la privatización de empresas estatales entregadas sin el menor escrúpulo al capital internacional. Entre muchos ejemplos está el de los ferrocarriles que al convertirlos de carga dañaron severamente la comunicación entre pueblos y atentaron contra la economía regional.
Un caso que debiera ser tomado en cuenta ahora que se pretende la rehabilitación de este medio de transporte, es el de la ruta Tampico-Monterrey. Ojalá y entre los planes oficiales encontrara un huequito que hiciera renacer la esperanza de miles de familias afectadas por tan estúpida decisión del ex presidente. Hay tomar en cuenta lo dicho por la Jefa Claudia durante la mañanera de este martes relativo a que el expediente negro que corresponde al sexenio de EZ será reabierto. Entendemos que no será solo para acallarlo por sus críticas al gobierno de la 4T, sino para que la justicia haga su parte.
Mientras tanto, mucho cuidado con la inocultable división observada en la alianza Morena, PVEM y PT. Los recientes abucheos a Gerardo Fernández Noroña en el congreso de este último muestran inconformidad que no debiera ignorarse. Sumemos la rebelión de diputadas federales del partido en el poder que exigen la destitución de Ariadna Montiel secretaria de Bienestar, por considerarle déspota y discriminadora. En esto dícese que algo tuvo que ver Ricardo Monreal y es de creerlo. Ya veremos si en el consejo nacional del 4 de mayo Luisa María Alcalde es capaz de poner orden y a prueba, su presunto liderazgo que hasta ahora deja mucho que desear por no decir dudas al por mayor, de su capacidad para ejercerlo.
SUCEDE QUE
Es de suponer que el escándalo relacionado con el delegado del IMSS José Luis Aranza Aguilar terminará empatado a cero goles…Y pa´l baile vamos.
Hasta la próxima
Por. Max Ávila