CIUDAD MADERO, TAM.- Familiares, amigos y compañeros despidieron con profundo amor a Vianey Díaz Ramírez, en una misa celebrada en iglesia Las Conchitas, Ciudad Madero.
El templo se llenó de flores, lágrimas y recuerdos.
Sus hijas ofrecieron palabras llenas de amor, destacando su calidad humana y entrega como madre ejemplar.
“Siempre fue la primera en ayudar y en cooperar en todo”, compartió una de ellas, conmovida ante los presentes en la ceremonia.
Tras la misa, la carroza fúnebre se dirigió al Hospital del IMSS Madero, donde sus colegas le ofrecieron un último homenaje.
Entre aplausos, oraciones y globos blancos elevados al cielo, despidieron a una enfermera que se ganó el cariño de todos.
“Vianey no solo cuidó pacientes, sino también almas”, expresó una compañera del hospital, visiblemente emocionada ante la despedida.
Con más de dos décadas de servicio, Vianey dejó una huella imborrable en la comunidad médica y en cada persona que la conoció.
Su legado de empatía, solidaridad y entrega permanece vivo en quienes compartieron con ella jornadas, anécdotas y aprendizajes de vida.
«Vianey vuela alto, pero su luz seguirá iluminando los pasillos del hospital y los corazones de quienes la amaron» se lee en un texto compartido en redes sociales.
Por José Luis Rodríguez Castro
Expreso La Razón