2 junio, 2025

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El Gusano Barrenador; dificultades apocalípticas

Faljoritmo /Jorge Faljo

No es justo que Estados Unidos cierre la entrada de ganado en pie porque el gobierno de México ha hecho todo lo posible por combatir la plaga. Nosotros colaboramos, cooperamos, pero nunca nos subordinamos. México no es piñata de nadie. Los anteriores son los argumentos centrales y la respuesta exasperada del gobierno de México ante el cierre de la frontera norteamericana a las exportaciones de ganado vivo mexicano.

Por su parte el Departamento de Agricultura estadounidense dice que México y Estados Unidos se esfuerzan de buena fe en contener la plaga. A pesar de ello la mosca avanza y se está perdiendo la oportunidad de contenerla. Es necesario hacer más.

Es un diálogo de sordos. De un lado “hago lo que puedo” y del otro “si, pero no basta”.
El hecho es que el gusano barrenador avanza y se multiplica y cada día que pasa será más difícil y caro contenerlo Se trata de moscas que depositan cientos de huevecillos en las heridas de animales de sangre caliente; sus larvas se alimentan de la carne viva y cuando evolucionan a moscas pueden volar hasta a 20 kilómetros de distancia. Su ritmo de reproducción y expansión territorial es explosivo.

El gusano barrenador se detectó por vez primera en México en una vaca en un punto de control en la frontera de Chiapas con Tabasco. Ante esta noticia Estados Unidos cerró su frontera a las importaciones de ganado en pie. En pocos días se acordó un protocolo de tres elementos principales: cuarentena y revisión cuidadosa del ganado que entra a Estados Unidos; compromiso de México para controlar, revisar y curar el ganado que transita en el sur del país; vuelos de dispersión de moscos estériles producidos en Panamá.

Recordemos que la manera en que en el siglo pasado se eliminó al gusano barrenador del sur de Estados Unidos y luego de México y Centroamérica fue mediante la producción y dispersión aérea de miles de millones de moscos machos esterilizados mediante radiación. La unión de un mosco esterilizado con una mosca silvestre no tiene descendencia. Eso es lo que permitió acabar con la plaga al cabo de varios años.

El acuerdo inicial parecía estar funcionando hasta que el 26 de abril de este año la Secretaria de Agricultura de Estados Unidos dirigió una carta abierta a su contraparte mexicana. En ella señala que la plaga avanza y cada día que pasa sin la plena operación aérea es una oportunidad perdida para impedir que atraviese el Istmo de Tehuantepec. La carta denuncia restricciones a la emisión de permisos y autorización de rutas de vuelo, la certificación de los pilotos, el límite a seis días de operación a la semana y otras interferencias técnicas. Además las autoridades aduanales de México cobran altos aranceles a la importación de elementos necesarios para el combate al gusano. Todo esto a pesar de que Estados Unidos paga los costos de estas operaciones.

Al día siguiente el Secretario de Agricultura de México, Julio Berdegué, dijo que había contestado puntualmente; no dio a conocer la respuesta.

El 29 de abril la Secretaria de Agricultura de Estados Unidos (USDA), celebró que México autorizó el aterrizaje irrestricto de los aviones norteamericanos que traen los moscos desde Panamá, más el compromiso de resolver los otros puntos. Con ello volvió a abrir la entrada de ganado a Estados Unidos a reserva de que si no se cumplían los compromisos se revisaría la situación.

El 11 de mayo USDA suspendió de manera inmediata la importación de ganado en pie y declaró con alarma que «la plaga ya se encuentra en Veracruz y Oaxaca, a 700 millas de la frontera norteamericana.” En su comunicado afirmó que no se trata de un asunto político o de un castigo a México; proteger el abasto alimentario es un asunto de seguridad nacional para Estados Unidos.

Berdegué manifestó su desacuerdo con la medida y dijo que el cierre de la frontera es por 15 días y espera que en ese tiempo se llegue a un nuevo acuerdo. Más adelante ha dicho que espera que el ganado pueda volver a exportarse “en la fecha establecida”. El problema es que no hay fecha establecida y al parecer su interpretación no concuerda con el comunicado del USDA.

El comunicado en inglés dice que el cierre se mantendrá con revisiones mes a mes hasta identificar una ventana temporal significativa de contención de la plaga. Entretanto se mantendrá la colaboración con México, incluida la revisión conjunta de los últimos datos en dos semanas para definir mejoras a la estrategia de erradicación de la plaga. Al parecer de aquí surge el malentendido de los 15 días, que es la fecha para la primera revisión mensual conjunta a fin de mayo.

A menos que de manera verbal hayan abierto esa posibilidad. Algo dudoso dada la preocupación de los ganaderos de Estados Unidos que ya no tienen el tipo de mano de obra que exigiría el combate a pie, es decir a caballo, de la plaga sobre terreno.

No es posible predecir cuándo se reabrirá la exportación de ganado y las pérdidas serán fuertes para los ganaderos del norte del país. Sin olvidar que habrá pérdidas también para los productores de bovinos, ovinos, caprinos, porcinos y demás para el mercado nacional.

El presidente de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua declaró que el avance del gusano barrenador “es de terror” y debe ser tratado como un asunto de seguridad nacional. Las asociaciones ganaderas del país piden que se cierre el paso de ganado de contrabando procedente de Centroamérica y se controle todo el tránsito de sur a norte.

Berdegué dice que durante meses ha pedido a Estados Unidos que abra una planta de moscos estériles en Chiapas y no ha obtenido respuesta.

El combate al gusano barrenador requiere acciones por aíre, a cargo de Estados Unidos y por tierra, para lo que el gobierno de México no se encuentra bien preparado.

En el sexenio pasado el presupuesto del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) se redujo en 42 por ciento. En octubre de 2022 por decreto presidencial se exentó de aranceles y se dieron facilidades administrativas a las importaciones alimentarias incluyendo animales vivos. En adelante la sanidad de los alimentos sería responsabilidad de las empresas importadoras y no de SENASICA.

La doble estrategia de bienestar para la mayoría y austeridad dejan una herencia muy negativa. Abaratar el dólar y facilitar las importaciones deterioraron la producción interna; la austeridad nos dejó un gobierno manco. Ahora esta administración está contra las cuerdas; incapaz para combatir de manera suficiente al gusano barrenador a ras de tierra.

La perspectiva, poco alentadora, es que en el norte no se pueda exportar y haya ganado de sobra con grandes pérdidas para los productores; que en el sur se tenga que controlar y disminuir el paso de ganado hacia el centro del país. Cabría ir pensando en algo nada fácil, un modelo ganadero más orientado a la propia producción para el mercado interno. Pero con un gobierno sin dinero y convencido de seguir siendo pobre, el problema del gusano barrenador apunta al caos y no se asoma la solución.

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