2 junio, 2025

2 junio, 2025

Protegerán a profes de violencia escolar

Casos de amenazas con armas, agresiones verbales y acoso por parte de alumnos y padres de familia han encendido las alertas sobre la inseguridad que enfrentan maestros en las escuelas de Tamaulipas

Una maestra de la escuela primaria “Venustiano Carranza” en Tampico, nunca esperó que un alumno de dicho plantel, acudiera con una navaja que utilizaría para tratar de amedrentarla.

El incidente que se presentó en febrero del 2020, no pasó a mayores, pero prendieron los “focos rojos” sobre el riesgo para docentes y alumnos de este tipo de situaciones en las escuelas. Y es que, tan solo un mes antes, ya se habían reportado al menos cinco amenazas de alumnos a profesores, según informó en su momento, la supervisión escolar de la zona 04.

Un niño de 10 años que cursaba el quinto año de primaria de la escuela “5 de Mayo”, también en Tampico, en un arranque de enojo, le dijo a su maestra que llevaría una pistola y una navaja para matarla a ella y a varias de sus compañeras. Luego una niña de la primaria “Emiliano Zapata”, llevó a la escuela una pistola de juguete que sacó en el recreo y la colocó en la cabeza de una compañerita, todo como parte de un juego, según diría la menor.

En estos casos, los directivos de las escuelas llamaron a los padres de los menores para tratar de entender lo que ocurre en el entorno de los menores que detona esas manifestaciones de violencia. La conclusión es que se trata de replicas de los menores de lo que ven en casa, en televisión o en los videojuegos a los que están expuestos, muchos de ellos violentos y que provocan frustración o enojo en los menores. Sin descartar casos en los que niños y jóvenes han sufrido violencia física, psicológica o sexual y que se manifiesta en arranques de violencia, al sentir que no pueden denunciar o defenderse de sus agresores, en muchos casos de su mismo entorno familiar.

Pero los menores, no son los únicos que han amenazado o agredido a profesores; en el CBTis 105 de Altamira, una madre de familia acudió al laboratorio de cómputo, donde se encontraba su hijo en clases y a gritos y golpes al mobiliario, entró al salón para insultar al profesor y exigirle que le quitara una falta que tenía su hijo por llegar tarde. Casos como estos en Tamaulipas, han tenido resultados trágicos en otros estados y países, donde alumnos o ex alumnos ingresan a las escuelas con armas de fuego y disparan, provocando terror y muerte.

Si bien, son los maestros los que mayormente son denunciados ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la Fiscalía de Justicia del Estado por acoso, agresiones físicas y verbales y otros delitos como violaciones, existen casos como los anteriores, que alertan de la violencia que puede existir en la escuelas.

Recientemente en el Congreso del Estado, se revivió una iniciativa que busca proteger a personal docente y administrativo frente a situaciones de acoso y violencia en el entorno escolar. Apenas en la pasada Legislatura, el diputado de Morena Juan Vital Román, propuso blindar a los maestros ante los casos de bullying a los que están expuestos por parte de alumnos y padres de familia.

El legislador señaló que en las escuelas se ha restringido mucho las acciones de los docentes, ante el temos de posibles demandas, señalando que si bien hay poca información sobre la violencia escolar contra los docentes, de no tener un marco legal, se corre el riesgo de que nadie quiera ir a enseñar a una escuela por temor a que lo demanden o despidan sin miramiento al tratar de corregir malos comportamientos.

La iniciativa planteaba que padres de familia que incurran en actos de acoso hacia el personal docente o administrativo podrán ser sujetos a medidas que limiten su acceso a las instalaciones educativas y, en casos graves, a procedimientos legales conforme a la legislación vigente.

El objetivo de esta iniciativa dijo, es garantizar un entorno seguro y respetuoso en todas las instituciones educativas del estado, tanto públicas como privadas, promoviendo a su vez, medidas de prevención, atención, sanción y erradicación del acoso o bullying por parte de alumnos, padres de familia o tutores.

Entendiendo el acoso, cualquier acto de violencia física, psicológica, verbal, sexual o por medios digitales, dirigido a las y los maestros que menoscabe su integridad, dignidad, salud o desempeño laboral.

Y es que las y los profesores, especialmente en el nivel se secundaria o bachillerato, son los que mayormente son objeto de burlas de los alumnos, reciben apodos y amenazas. Un caso fue el de la profesora Idalia Hernández Ramos del CBTis 103 en Ciudad Madero, quien en una de sus clases, exhibió a una de sus alumnas por haberla insultado en Twitter, luego de una evaluación que aparentemente no le gustaría a la discípula.

El regaño a la alumna fue grabado por los alumnos y le exigió que se disculpara frente a los celulares; sin embargo, la profesora fue retirada de los tres grupos en los que impartía clases y enviada al área administrativa, mientras un Consejo determinaba si existía una sanción contra ella.

La alumna fue suspendida por insultar a su profesores, mientras otro alumno que compartió el mensaje también fue suspendido, aunque se dijo que era por motivos académicos. Recientemente en el Congreso, las diputadas Yuriria Iturbe Vázquez y Francisca Castro Armenta de Morena, presentaron iniciativas orientadas a proteger al personal docente y administrativo frente a situaciones de acoso y violencia en el entorno escolar.

Iturbe Vázquez propuso adicionar un capítulo a la Ley de Educación del Estado, titulado “De la Protección Integral de las y los Maestros”, en el que se establecen medidas para prevenir, atender y sancionar actos de violencia contra el personal docente, así como brindar herramientas pedagógicas e institucionales que fortalezcan su desempeño en entornos seguros.

“Estoy segura de que al promover el bienestar emocional y laboral de las y los docentes, mejorará su desempeño, motivación y la calidad educativa, ya que podrán concentrarse en su labor sin temor a represalias o agresiones”, dijo en tribuna.

Por su parte, la diputada Francisca Castro Armenta presentó una iniciativa para reformar la Ley para la Prevención de la Violencia en el Entorno Escolar del Estado de Tamaulipas, incorporando el reconocimiento expreso de docentes y personal administrativo como posibles víctimas de acoso escolar. Se contempla el derecho a presentar denuncias, recibir atención médica, psicológica y jurídica inmediata, así como la posibilidad de ser reubicados a otro plantel cuando las circunstancias lo requieran.

Ambas congresistas, señalaron informes de la UNESCO y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que advierten sobre el aumento de la violencia contra el personal educativo. Señalaron un estudio reveló que siete de cada 10 escuelas en el país reportan incidentes graves, y más de la mitad de las y los docentes manifiestan sentirse inseguros en su lugar de trabajo.

BULLYING, PROBLEMA PERSISTENTE

En el Día Internacional contra el Bullying que se conmemora este 2 de mayo, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) alertó que el 28 por ciento de los adolescentes en educación básica en (3.3 millones) sufren acoso escolar en el país.

La organización especializada informó que los datos más recientes de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2022 del INEGI revelaron que cerca de un tercio de los 11.7 millones de estudiantes de entre 12 y 17 años, reportaron haber sido víctimas en los 12 meses previos. Redim advirtió que este problema, a menudo minimizado, deja secuelas profundas y exigió prevención y atención urgentes.

“El acoso no es ‘normal’ ni ‘cosas de la edad’, puede dejar huellas profundas en la salud mental, la autoestima y el desarrollo de quienes lo sufren”, apuntó. “Es urgente prevenir, atender y no justificar el acoso.

Escuchar a niñas, niños y adolescentes es el primer paso. Generar espacios seguros y libres de violencia, tarea de todas y todos”, agregó. La asociación también expresó su preocupación por la ambigüedad del término “acoso” en la legislación mexicana.

Señaló que, aunque la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes lo menciona seis veces en relación con la violencia escolar y otras formas de maltrato, no ofrece una definición clara y específica.

Sostuvo que la falta de precisión legal podría obstaculizar la implementación de estrategias efectivas para prevenir y sancionar el acoso.

Refirió que pese a que las cifras sobre acoso escolar son alarmantes, la dimensión total de este problema contra la infancia y la adolescencia en el país sigue siendo difusa debido a la falta de datos oficiales sobre otras formas de acoso, como el de tipo callejero o familiar.

No obstante, como un indicador de la violencia psicológica que sufren los menores de edad, la Secretaría de Salud reportó que 10 mil 424 personas de entre 1 y 17 años fueron atendidas en hospitales del país por violencia psicológica durante 2023.

La ENADIS también profundiza en las formas específicas de acoso escolar que sufren alumnos de 12 a 17 años en México, que se manifiestan principalmente como rechazo o exclusión (58 por ciento, 1.9 millones), burlas y apodos ofensivos (55.9 por ciento, 1.8 millones), agresiones físicas o amenazas (29.1 por ciento, 948 mil), bullying por falta de recursos (17.8 por ciento, 581 mil), obligación a hacer cosas no deseadas (16.8 por ciento, 547 mil) y ciberacoso (15.3 por ciento 500 mil).

La encuesta también revela diferencias significativas en cómo el acoso escolar afecta a adolescentes según su género. En general, un mayor porcentaje de mujeres (30.2 por ciento) que de hombres (25.8 por ciento) reportó haber sufrido acoso escolar.

Las estudiantes adolescentes sufrieron en mayor proporción rechazo o exclusión; publicación o envío de comentarios, fotografías o videos ofensivos; y bullying por no tener dispositivos electrónicos o videojuegos.

En contraste, los alumnos adolescentes presentaron mayores porcentajes de acoso escolar en las modalidades de agresiones físicas o amenazas; obligación a hacer algo que no quieren; y burlas y apodos ofensivos.

El Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) 2022 del INEGI evidenció que el ciberacoso también es una realidad preocupante para los adolescentes en México, 2.9 millones de jóvenes de entre 12 y 17 años (el 22.6 por ciento de los usuarios de internet en ese rango de edad) experimentaron alguna situación de ciberacoso en ese año. Además, 703 mil adolescentes (5.4 por ciento) recibieron insinuaciones o propuestas sexuales ofensivas a través de su teléfono celular o internet.

Ante este panorama, la Redim ofreció recursos y orientación para quienes necesiten saber más sobre las violaciones a los derechos de la infancia, incluyendo el acoso escolar y el ciberacoso, reiterando la importancia de la prevención, la atención y la escucha activa para construir entornos seguros para todos los niños y adolescentes en México.

POR PERLA RESÉNDEZ

Facebook
Twitter
WhatsApp