CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Este domingo 1 de junio dio inicio oficialmente la temporada de ciclones y huracanes 2025 en el Océano Atlántico, periodo que se extenderá hasta el 30 de noviembre.
De acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y otros organismos meteorológicos, se prevé una temporada más activa de lo habitual, aunque menos intensa que la de 2024.
Las estimaciones indican la formación de entre 13 y 19 tormentas con nombre, de las cuales entre 6 y 10 podrían convertirse en huracanes, y 3 a 5 podrían alcanzar categoría mayor (niveles 3, 4 o 5).
En el caso de Tamaulipas, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) estima que entre 2 y 4 ciclones tropicales podrían impactar directa o indirectamente al estado, ya sea como tormentas tropicales o huracanes.
Aunque junio suele ser un mes de baja actividad en la cuenca atlántica por fenómenos como la cizalladura del viento o la presencia de aire seco del Sahara, el Golfo de México, donde se ubica Tamaulipas, es una zona propicia para el desarrollo temprano de tormentas tropicales, especialmente si las aguas superficiales comienzan a calentarse.
En 2024, por ejemplo, la tormenta tropical Alberto impactó la costa noreste el 20 de junio, y el huracán Beryl hizo historia como el ciclón más oriental registrado en ese mes.
Las autoridades estatales, en coordinación con Protección Civil y cuerpos de emergencia, ya han activado los protocolos preventivos.
> “Estamos en la primera línea de impacto cuando se trata de sistemas ciclónicos. Por eso es crucial que la población esté informada, preparada y atenta a los llamados oficiales durante toda la temporada”, señalaron voceros estatales.
Nombres asignados para los ciclones del Atlántico Norte en 2025:
Andrea, Barry, Chantal, Dexter, Erin, Fernand, Gabrielle, Humberto, Imelda, Jerry, Karen, Lorenzo, Melissa, Nestor, Olga, Pablo, Rebekah, Sebastien, Tanya, Van y Wendy.
Las autoridades llaman a la población a mantener la calma, pero también a estar alerta, con planes de emergencia familiares activos, ya que los fenómenos pueden desarrollarse de forma repentina.
Por Antonio H. Mandujano
EXPRESO-LA RAZON
