CIUDAD MADERO, TAM.- El paso de la tormenta tropical Barry sin impacto directo sobre Tampico, Ciudad Madero y Altamira volvió a encender entre los pobladores y turistas una leyenda que lleva casi seis décadas circulando: la existencia de una base alienígena submarina que protege al sur de Tamaulipas de los huracanes.
Pese a que el fenómeno tocó tierra este domingo por la noche en la costa norte de Veracruz, muy cerca de la Laguna de Tamiahua, en la región conurbada de Tampico se volvió tendencia el mito de que «algo» desvió nuevamente el sistema, como ya ha ocurrido en años anteriores.
La base de Miramar: entre mito y tradición
La leyenda habla de una supuesta instalación alienígena sumergida frente a Playa Miramar, conocida como “Amupac”. Según el relato popular, esta base opera con tecnología desconocida que genera campos magnéticos capaces de alterar las trayectorias ciclónicas.
Aunque no existen pruebas científicas que respalden esta teoría, habitantes de la zona la sostienen como parte de su identidad cultural, recordando que desde el huracán Inés en 1966 no se ha registrado un impacto directo devastador sobre la región.
A la lista de “desvíos milagrosos” ahora se suma Barry, y con ello reviven recuerdos de fenómenos similares como Emily (2005), Karl (2010) y Grace (2021), que pasaron cerca pero sin efectos mayores en la zona sur.
Avistamientos alimentan la creencia
El mito no está solo: desde hace décadas se reportan avistamientos de objetos voladores no identificados en la costa de Ciudad Madero. Uno de los más emblemáticos ocurrió en 1967, cuando testigos aseguran haber visto múltiples luces en el cielo durante varias noches.
En octubre de 2023, un trabajador de una plataforma petrolera captó imágenes de dos objetos sobre el mar: uno triangular y otro en forma de disco. El video se volvió viral y avivó las teorías sobre una presencia extraterrestre constante frente al litoral tamaulipeco.
Por José Luis Rodríguez Castro | La Razón