En medio de la vorágine política, las luchas internas y los escándalos de algunos de sus más famosos representantes, Morena parece decidido a -ahora sí- consolidar una verdadera estructura partidista.
Se ha dicho hasta el cansancio, por las muy particulares características de su formación, le ha costado mucho mutar de ser un movimiento a un partido formalmente establecido.
Por eso, cobran relevancia las propuestas aprobadas el domingo en la reunión del Consejo Nacional que se llevó a cabo el domingo.
Si bien los reflectores se dirigieron sobre todo a la presencia de Adán Augusto López, por haber significado su reaparición pública tras 21 días de silencio, en el documento presentado por la dirigencia y avalado por los consejeros, hay muchos mensaje que ayudan a comprender el rumbo que pretenden tomar.
De entrada, llama la atención el ambicioso plan de crear más de 71 mil comités seccionales de partido en todo el país, lo que significaría una estructura masiva que solo llegó a tener el PRI en sus mejores tiempos.
En Tamaulipas, por ejemplo, el partido deberá formalizar poco más de 2 mil comités, que serán el primer eslabón político y el contacto más directo -se supone- con la población en el territorio.
Estos deberán conformarse por al menos cinco afiliados y tendrán la obligación de hacer promoción y difundir las actividades y avances de la Cuarta Transformación.
“Permitirán organizar al Partido desde abajo, con una participación más activa de las bases en la toma de decisiones y en la atención de sus problemáticas locales, y tener la certeza de cada hombre y cada mujer que se identifica con el proyecto tenga un espacio para decidir e incidir en el destino de nuestra organización”, explicó la dirigente nacional, Luisa María Alcalde.
Otro punto relevante aprobado en el Consejo fue el llamado Plan Municipalista, que responde a la necesidad de -por fin- poner orden ente los alcaldes emanados de ese partido y guiarlos mínimamente para que comprendan los principios del partido.
En Tamaulipas, por ejemplo, hay 26 partidos de la alianza de la 4T, de los cuales 17 se supone que pertenecen directamente a Morena.
Basta echar un vistazo a sus políticas de gobierno, sus acciones y su forma de declarar para darse cuenta de que muy pocos están en sintonía con el movimiento que los llevó a la presidencia municipal.
El mismo escenario se repite en todo el país, por lo que desde la cúpula del partido se ordenó la creación de una escuela municipaliza que busca capacitarlos en temas estratégicos para el gobierno; además promover “programas transformadores” con políticas públicas alineadas a la 4T, y desarrollar un enlace directo con las comunidades para atender sus necesidades.
Se trata, pues, de que actúen como pregonan los principios de su partido.
Por. Miguel Domínguez Flores




