Sin opciones más atractivas y la pasividad de las bases militantes, todo indica que, a pesar de los descalabros políticos que el partido sufrió el 2022 a manos de Morena, el PAN de Tamaulipas seguirá sometido al cabecismo, por lo menos de cara a los procesos electorales de 2027 y 2028.
Los prospectos de mayor peso y viabilidad política para relevar al actual jerarca estatal, Luis René Cantú Galván, como César Verástegui Ostos, el diputado Gerardo Peña Flores y la senadora y actual secretaria general del Comité Directivo estatal, Imelda Sanmiguel Sánchez, son miembros distinguidos del grupo político de Francisco García Cabeza de Vaca.
Fuera de la facción cabecista, no se vislumbra momentáneamente a ningún panista con el arrastre para truncar ese eventual desenlace.
El diputado federal Chucho Nader, una de las pocas alternativas que no están ligadas al grupo del exgobernador, no tiene el respaldo necesario de los consejeros ni de la militancia estatal para asumir el control estatal de Acción Nacional y arrebatar las riendas al término del periodo del Cachorro.
De acuerdo con las percepciones más recientes, al exalcalde de Tampico apenas le alcanzaría para conseguir, además de una posición en la próxima estructura estatal de la agrupación política panista, la candidatura de la presidencia municipal de Tampico con el diputado Pepe Schekaibán, habida cuenta de que la presencia de Chucho solo pesa en la región sur.
En el centro y en el norte del Estado el legislador y empresario porteño solo contaría con apoyo de los cuadros directivos de las organizaciones comerciales, como sucedió cuando trató de disputar la candidatura de gobernador el 2022 que Cabeza de Vaca tenía apartada para el Truko, sin duda uno de sus elementos de mayor confianza.
Sin influencia en la estructura partidista fuera del municipio tampiqueño, resultaría complicado a Nader ganarle a Verástegui, a la senadora Sanmiguel o al diputado Peña Flores, los tres incondicionales de Cabeza de Vaca, la carrera por la presidencia estatal del partido de Gómez Morín.
Otra probable alternativa de la pelea por el cargo albiazul es la representada por el exsenador y excandidato a gobernador, José Julián Sacramento Garza, lamentablemente, el oriundo de Matamoros ya demostró hace dos años que no está en condiciones de poner fin a la dominación del auto exiliado de la justicia mexicana.
En ese escenario, el único de los aludidos que ya anda en campaña por el puesto del Cachorro, seguramente con la bendición de CDV, que se resolverá en el proceso interno de septiembre, es Verástegui, quien recorre los municipios de la entidad, a efecto de que, tan pronto se publique la convocatoria, registrarse, todo indica que como candidato único.
Aunque el ex secretario general de gobierno ha declarado que no realiza actos proselitistas, sino que las visitas a los comités municipales son solo encuentros de amigos, la realidad es que el nativo de Xicoténcatl ya luce como el aspirante más fuerte de los militantes de la férula cabecista que disputarán la dirección estatal del partido de oposición, actualmente en manos de la marioneta en turno del exmandatario tamaulipeco, el neófito Cantú Galván.
POR. JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
