Leyendas de Tula, de Francisco Ramos Aguirre, se convierte en un referente para la recreación de los pasajes, mitos y leyendas del Pueblo Mágico de Tula.
Paco Ramos, cronista de Victoria y agudo gazapista, ha encontrado en las viejas voces y anécdotas un rico filón de breves historias de los barrios tultecos: cuentos, narraciones breves y mitos caseros de los habitantes de esa bella región.
El libro cautivó a los asistentes —maestros, estudiantes, escritores y poetas— que se dieron cita en el área del Club de Arte y Lectura de la Universidad de Weslaco.
Paco Ramos es un gambusino de periódicos y revistas en los archivos oficiales y privados, donde sus hallazgos contribuyen al reconocimiento de autores olvidados, y logra felices encuentros con una narrativa vivaz que abre el discurso de lo inédito y propicia el interés por la crónica, género en el que Ramos Aguirre se ha convertido en profesor.
La historia contada por autores de calle, en plazas y cantinas, de voces populares en una tradición oral que llena los espacios de memoria perdida, ofrece una narrativa de lo festivo, lo secreto y lo dramático-teatral, resultado de la fusión entre tradición oral e investigación bibliográfica.
Un alegre y variante camino al goce de una narrativa popular.
Lupita González Uraña dio lectura a algunas de las historias que integran Leyendas de Tula, en una presentación a cargo de Ramiro Rodríguez, poeta y editor del Valle de Texas, con un centenar de autores en circulación en Amazon.
La casa del campesino
Esta excelente fotografía de los obreros constructores del bello edificio de La Casa del Campesino, con soluciones de arquitectura art déco, corresponde al edificio ubicado en la esquina de La Alameda y Calle Rosales, construido entre 1927 y 1930, del Archivo Marte R. Gómez. Es impresionante por las soluciones de herrería, y es posible que el diseño se atribuya a Diego Rivera por su intervención en las viñetas para el libro Las Convenciones Agrarias, editado durante el mandato del Ing. Marte R. Gómez.
Por Alejandro Rosales Lugo
