ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- El municipio de Altamira ha crecido tanto que superó la capacidad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que ha provocado apagones frecuentes.
Estos cortes afectan tanto a la zona urbana como a la rural y a decir del alcalde Armando Martínez Manríquez la CFE está al tanto del problema, pero la infraestructura actual ya no es suficiente.
Martínez Manríquez detalló que la gran demanda de energía ocasiona cortes de luz y a su vez repercute en el suministro de agua potable, ya que las plantas potabilizadoras deben parar, tal y como pasó el fin de semana en la planta que se localiza en Esteros y de la cual dependen 10 mil familias.
“La CFE está atendiendo, pero es algo que ya rebasó su capacidad por el crecimiento de Altamira, la demanda es mucho mayor. De entrada tienen que cambiar los transformadores y es ahí donde nos atoramos, el transformador ya no tiene la capacidad para transformar la energía que sea suficiente”.
Al regresar la electricidad, la presión aumenta y daña las tuberías del agua y puntualizó que el problema principal es que los transformadores existentes no tienen la capacidad para suministrar la energía que la población necesita.
El alcalde aseguró que la solución requiere una inversión millonaria para cambiar el equipo, pero la CFE no cuenta con el presupuesto necesario, “hay factores que escapan a nuestro control y provocan estas fallas».
El aumento en la demanda eléctrica de Altamira por el desarrollo del municipio ha evidenciado la falta de infraestructura. La situación, según el Presidente Municipal, requiere una inversión urgente para modernizar la red y garantizar un suministro estable para todos los habitantes.
“Sobre todo los cortes, entra la planta que tenemos en reposición, pero como quiera se corta y al momento que entra se viene la fuerza de la presión y nos afecta las tuberías. Hay factores que están fuera de nuestro alcance que provocan este tipo de fallas”, concluyó.
Por. Oscar Figueroa
Expreso-La Razón
