7 diciembre, 2025

7 diciembre, 2025

¡Eso no se hace!

En México, la crueldad y el maltrato animal se castigan con penas de prisión y multas …pero hay que denunciar

CIUDAD VICTORIA, TAM.- Como cada mañana, Fausto tomó su cafecito bien cargado con una pieza de pan y se preparó para irse al trabajo. Su esposa, Berenice, lo acompañó un tanto adormilada a abrir el portón para sacar el auto.

Todo se desarrollaba tranquilamente, hasta que “Dandy” su perro, aprovechó un descuido y salió corriendo hacia la calle, desatando una persecución por parte de Bere y Fausto.

El pastor alemán se dio vuelo provocando a los perros de la colonia, que enfurecidos armaron un alboroto enorme, y mas de un vecino asomó la nariz con curiosidad.

Hasta ahí todo parecía bajo control, hasta que el perro entró al patio de una casa sin rejas ni barda, la de Juan Luis, quien trabaja en cierta corporación policiaca.

El Dandy solo alcanzó a olfatear un par de arbustos cuando repentinamente salió el dueño de la casa y empezó a perseguirlo. Ya en la calle, el hombre alcanzó a darle una patada al perro quien soltó un aullido de dolor y corrió a refugiarse en casa.

– ¿Qué te pasa baboso? ¿Por qué le pegas al perro?
– Tu pinche perro se metió a mi casa, antes di que no le metí un plomazo.
– ¡Estas pero si bien pendejo!, no tienes porqué tocar al animal.

– ¿Y qué me vas a hacer? ¿a ver? quiero ver – dijo Juan Luis llevándose la mano a la cintura simulando que sacaba un arma.
– ¿A poco si muy machito? ¿A poco crees que te tengo miedo porque eres policía? ¡A ver! ¡jálale, jálale a ver si eres tan hombrecito!
Fausto y Juan Luis quedaron frente a frente separados por menos de un metro de distancia, y a casi nada de enfrentarse a golpes.
En ese momento llegó Berenice y jaló de un brazo a su esposo, pidiéndole que se calmara.

– ¡Ándale ahí te habla tu vieja! ¡órale obedécela pinche coyón! – gritaba Juan Luis haciéndole señas obscenas con las manos.
Fausto decidió que era mejor retirarse a su casa pues el otro individuo estaba armado y ante una pelea con un policía, el civil siempre lleva las de perder pues todo el aparato de justicia está de su lado.

No era la primera vez que Juan Luis se involucraba en un incidente como ese. Un año atrás, otra vecina lo señaló de que le había matado a su gato de un balazo, mientras el hombre se embriagaba con amigos en la acera frente a su casa. El minino no tuvo ninguna oportunidad, pues de acuerdo al testimonio de otro vecino, Juan Luis le disparó cuando caminaba sobre un muro. El gato murió al instante. En aquella ocasión nadie quiso proceder contra el cruel hombre por temor a represalias.

Sin embargo, esta vez las cosas podrían ser diferentes, pues una persona logró captar todo el incidente en video, el cual ya está en posesión de Fausto.
Los actos de maltrato y crueldad contra los animales siguen siendo muy  comunes en este país, y la razón de que sea así, es muy simple: casi nunca se castigan.

Lo que se debe hacer en caso de presenciar una agresión o maltrato hacia un animal o mascota es lo siguiente.
Antes que nada es necesario reunir pruebas de la agresión y de las heridas del animal si se trata de tu mascota, si es la de alguien mas sufriendo crueldad o explotación hay que documentarlo, tomar fotos o videos.

Si es posible, obtener los datos de testigos del incidente o quienes lo hayan observado.
Después de esto es necesario contactar a las autoridades: llama al 911, ya que los oficiales están facultados para intervenir.
Presenta una denuncia en la instancia adecuada, que es la PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente). Puedes presentar denuncias a través de su portal web, teléfono o correo electrónico.

Asimismo la Guardia Estatal o la Fiscalía Estatal son entidades encargadas de recibir denuncias de maltrato animal.
De igual forma puedes acercarte a Organizaciones de Protección Animal locales que puedan brindarte orientación y apoyo.
Si las autoridades no toman medidas adecuadas, busca asesoramiento de un abogado especializado en derechos de los animales para presentar las opciones legales.

Ojalá que Fausto logre proceder contra el agresor de su mascota y se haga justicia, aunque tal vez tope con pared, como suele pasar en muchas ocasiones. Demasiada pata de perro por esta semana.

POR JORGE ZAMORA
EXPRESO – LA RAZÓN

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