Las mujeres tamaulipecas dedican casi el doble de horas que los hombres a tareas no remuneradas como limpiar la casa, cuidar a los hijos o ayudar a la comunidad. Así lo revela la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) 2024, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que mide cómo las personas de 12 años o más reparten sus horas entre trabajo pagado, quehaceres del hogar y actividades personales.
El estudio, basado en respuestas de miles de hogares, muestra una realidad desigual: las mujeres trabajan en total 61.1 horas a la semana, mientras que los hombres lo hacen 58.0 horas. En el caso de Tamaulipas, el tiempo promedio total es de 57.4% con una brecha de género del 3.5%.
La diferencia que más pesa está en el tipo de trabajo. Las mujeres destinan el 66.8% de su tiempo total de trabajo a actividades no pagadas, como el cuidado familiar o el voluntariado, frente al 33.2% de los hombres. En promedio, esto significa que ellas invierten 39.7 horas semanales en estas tareas, comparado con solo 18.2 horas de ellos. La brecha es de 21.5 horas, lo que equivale a casi un día entero extra de trabajo invisible para las mujeres.
“Esta encuesta es una herramienta clave para entender las desigualdades de género y diseñar políticas que reconozcan el trabajo no remunerado, como lo pide la Agenda 2030 de la ONU”, explica el INEGI en su comunicado. El objetivo es promover una distribución más equitativa en el hogar, donde las mujeres siguen asumiendo la mayor carga.
BRECHAS MÁS AMPLIAS EN COMUNIDADES VULNERABLES
La desigualdad no es uniforme en todo México. Entre las personas que hablan una lengua indígena, la brecha de género en el trabajo no pagado sube a 27.3 horas semanales. En localidades pequeñas, con menos de 10 mil habitantes, alcanza las 26.4 horas. Para las mujeres afrodescendientes, la diferencia es de 16.4 horas, y para aquellas con discapacidad, de 13.2 horas. En el cuidado de personas, las mujeres destacan aún más. Dedican 13.6 horas a la semana a atender a familiares, frente a 8.7 horas de los hombres. Específicamente, en el cuidado de niños de 0 a 5 años, ellas invierten 9.4 horas más; y en personas con enfermedades o discapacidades, 5.3 horas adicionales. Si se incluye el “cuidado pasivo” –como estar pendiente mientras se hace otra actividad–, la brecha se amplía: mujeres dedican 33.4 horas a niños pequeños y 23.8 a enfermos, contra 14.8 y 13.1 horas de hombres. Por regiones, las diferencias en el tiempo total de trabajo son mayores en estados como Oaxaca (8.4 horas más para mujeres), Guerrero y Nayarit (7.1 horas cada uno). En contraste, en Quintana Roo y Yucatán, los hombres trabajan ligeramente más horas totales que las mujeres
TRABAJO PAGADO: HOMBRES DOMINAN EL MERCADO
En el lado opuesto, los hombres participan más en el trabajo remunerado o “para el mercado”, con una tasa 26.7 puntos porcentuales mayor que las mujeres. Ellos dedican 47.4 horas semanales a empleos pagados, búsquedas de trabajo o traslados laborales, mientras que ellas invierten 42.2 horas. Esto refleja barreras como la discriminación laboral o la doble jornada que enfrentan muchas mujeres. A nivel nacional, el 51.6% del tiempo total de los mexicanos se va en actividades no pagadas, y el 48.4% en trabajo pagado. Casi todos participan en tareas domésticas o de cuidado: 98.9% de mujeres y 97.6% de hombres
ESTUDIOS, OCIO Y CUIDADO PERSONAL: DIFERENCIAS SUTILES
No todo es trabajo. En actividades de estudio, las adolescentes de 12 a 19 años participan más (74.2%) que los varones (68.7%), y dedican 1.6 horas extra a la semana. Entre jóvenes de 20 a 29 años, el tiempo en estudios baja para ambos, pero las mujeres siguen invirtiendo más. En el ocio, los hombres lideran en deportes (37.1% de participación vs. 25.6% de mujeres), juegos (22.5% vs. 14.9%), eventos deportivos (14.3% vs. 11.3%) y culturales (6.4% vs. 5.8%). Sin embargo, las mujeres superan en convivencia familiar y social (78.6% vs. 72.8%). Ambos usan mucho los medios de comunicación: 92.7% de hombres y 90.8% de mujeres. El cuidado personal es universal: todos duermen, comen y se arreglan. Las mujeres dedican ligeramente más tiempo a comer (8.6 vs. 8.2 horas semanales), pero los hombres a rezar, meditar o descansar (4.6 vs. 4.1 horas) y a cuidados de salud (6.1 vs. 5.4 horas).
¿SATISFECHOS CON EL TIEMPO? NO DEL TODO
Entre personas de 20 a 49 años, el 68.2% de hombres quiere más tiempo para cuidar a familiares en casa, comparado con el 62.4% de mujeres. Tres de cada 10 en ambos géneros desean reducir horas en trabajo pagado. Pero las mujeres son más propensas a querer menos tiempo en quehaceres domésticos (15.2% vs. 6.4% de hombres). Este panorama subraya la necesidad de políticas que fomenten la equidad, como licencias parentales compartidas o apoyo para el cuidado infantil. El INEGI invita a consultar el reporte completo en su sitio web para más detalles. En resumen, mientras los hombres se enfocan más en ganar dinero, las mujeres sostienen el hogar con trabajo invisible. ¿Cambiará esto? La encuesta del INEGI es un primer paso para medir y actuar.
Por Raúl López García




