TAMAULIPAS, MÉXICO.- Los productores de algodón en Tamaulipas deberán culminar las labores de barbecho a más tardar el 15 de septiembre, de lo contrario podrían enfrentarse a multas de hasta 100 mil pesos, advirtió Humberto Vázquez Ramírez, representante estatal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA).
El funcionario fue claro al señalar que no habrá prórrogas para cumplir con estas acciones, ya que forman parte de los compromisos del programa binacional México-Estados Unidos para la erradicación de plagas, el cual ha sido decisivo para mantener bajo control al gusano rosado y al picudo del algodonero.
“No daremos ampliación de fecha de llamas a barbecho por el avance que tenemos, porque no tenemos captura y porque estamos cerca de lograr la erradicación de la plaga”, enfatizó Vázquez Ramírez.
Así mismo recordó que el programa recibe cada año una aportación de entre 20 y 30 millones de pesos del gobierno estadounidense, recurso que se perdería si se descuida el cumplimiento de las medidas sanitarias.
Actualmente se mantiene un operativo permanente en la zona norte del estado, con dos técnicos de tiempo completo vigilando los trabajos de desvare y barbecho en los municipios algodoneros.
Según el representante de SENASICA, no se han tenido capturas en todo lo que va del año, lo que coloca a la región en un estatus de supresión de la plaga, un avance histórico para el cultivo.
Pero las sanciones no son un tema menor.
Vázquez Ramírez recordó que en ciclos anteriores tres productores fueron multados por incumplir con el barbecho, con montos que oscilaron entre 80 mil y 100 mil pesos, y advirtió que el mismo criterio se aplicará en este ciclo.
En cuanto al panorama productivo, el funcionario informó que en este 2025 se sembraron cerca de 3,800 hectáreas de algodón, principalmente en Río Bravo, Matamoros y San Fernando, con la participación de entre 80 y 85 productores.
No obstante, reconoció que la expectativa es menor a la de otros años, con un rendimiento estimado de 2 a 2.5 pacas por hectárea, lo que representa alrededor de 1,500 pacas menos en comparación con ciclos anteriores.
La baja, aclaró, no está relacionada con plagas ni enfermedades, sino con las condiciones de sequía que acompañaron al ciclo agrícola desde febrero, cuando se iniciaron las siembras.
“Estamos hablando de media tonelada menos por hectárea, pero eso obedece al clima. Lo importante es que seguimos sin capturas y cerca de la erradicación definitiva”, concluyó el funcionario federal.
Por. Antonio H. Mandujano




