El Instituto Electoral de Tamaulipas está en proceso de renovación, en medio de las polémicas por la discusión de una reforma constitucional que eventualmente desaparecería los organismos públicos locales electorales (OPLES). De los siete integrantes de su Consejo General, este año tres terminan su periodo por lo que el Instituto Nacional Electoral lleva a cabo el procedimiento para la selección de los nuevos consejeros.
Quienes terminan su función son Deborah González Díaz, Italia García López y Jerónimo Rivera García, quienes fueron designados por el INE en el 2018. El Instituto Nacional Electoral lanzó este año la convocatoria para la selección y designación de las tres Consejerías Electorales que quedarán vacantes.
El periodo de los nuevos consejeros será de siete años, iniciando el 1 de noviembre de 2025. El proceso, que busca garantizar la paridad de género en todas sus etapas, incluye un sistema de evaluación.
Los aspirantes deberán cumplir con 14 requisitos, entre los que está la ciudadanía mexicana en pleno goce de sus derechos, título profesional de licenciatura con al menos cinco años de antigüedad, buena reputación y cinco años de residencia en Tamaulipas (con excepciones para ausencias por motivos de servicio público, educativo o de investigación).
El calendario comenzó con el registro en línea de aspirantes del 27 de marzo al 15 de abril de 2025. Luego se llevó a cabo la verificación de requisitos, un examen de conocimientos (17 de mayo), un ensayo (14 de junio), una prueba de competencias gerenciales (16 de agosto), valoración curricular y entrevistas.
El Consejo General del INE designará a los tres consejeros a más tardar el 31 de octubre de 2025, quienes tomarán protesta el 1 de noviembre del mismo año. A la par de este procedimiento, el IETAM ya trabaja en el diseño de su presupuesto para el 2026, otro tema que ha causado tensiones en los últimos años, por los tironeros entre el organismo electoral y el Congreso.
Para el ejercicio fiscal del 2025, que incluyó la organización de la elección judicial, ejerció 635 millones de pesos, aunque la pretensión original del organismo era superar los 1,000 millones de pesos. En el 2024, habían solicitado 756 millones de pesos y al final, el decreto aprobado para el Presupuesto de Egresos del 2024 en el Congreso les otorgó 565 millones de pesos, que fue la cifra más alta que destinada al IETAM desde su creación.
En el 2023, sin elección de por medio, fueron 372 millones de pesos, cuando en el 2022 año en que se disputó la gubernatura del estado, fueron 551 millones de pesos.
Para el 2026, según adelantó recientemente el presidente del Instituto, Juan José Ramos Charre, aspiran a obtener cerca de 400 millones de pesos. Para ello, aprobaron esta semana el Manual General para la Programación y Presupuestación del Anteproyecto de Egresos 2026. El documento, advirtieron, funcionará como una guía metodológica que establece criterios, calendarios y procedimientos para definir el presupuesto del organismo, en línea con los lineamientos marcados por la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado. OPLES EN LA MIRA Los OPLES están en la mira para desaparecerlos en la reforma electoral que ha puesto sobre la mesa la presidenta Claudia Sheinbaum, y para la cual ya se conformó una Comisión Presidencial.
El argumento principal para esta modificación en la organización electoral mexicana es el alto costo que implican estos organismos. En 2025, el gasto operativo de los 32 OPLES de los estados fue de 7 mil 588.6 millones de pesos y la elección judicial en 19 entidades, que requirió ampliaciones presupuestales costó 2 mil 801 millones de pesos adicionales.
El pasado 11 de agosto, la Presidenta lanzó la pregunta que desde ahora confirma la posibilidad de que desaparezcan estos organismos.
“¿Vale la pena que continúen?, ¿para qué queremos tantos institutos locales, instituto federal, si ya hay casillas únicas, ya la fiscalización se hace de manera centralizada? Entonces, ¿qué caso tiene que haya instituciones locales?”, cuestionó la Mandataria en la instalación de la Comisión Presidencial de la Reforma Electoral.
La instrumentación de los OPLES se reglamentó en 2014, la última reforma política electoral de gran calado. Antes de dicha reforma, en cada entidad operaban los institutos electorales con reglas propias y conformaciones diferentes. En la reforma del 2014 se buscaba el fortalecimiento de la autoridad electoral, cuando se planteó que el Instituto Nacional Electoral y los organismos locales se coordinaran para organizar los procesos electivos en los estados. En las negociaciones de la reforma electoral, el Partido Acción Nacional exigía la desaparición de los institutos estatales, porque los consejeros electorales respondían a los intereses de los Gobernadores.
Al final, el acuerdo con el PRI y los demás partidos fue que continuaran los institutos electorales, pero tendrían que dejar las lealtades políticas por la profesionalización de sus estructuras. “Se retirarán las funciones más controvertidas a los órganos locales que han puesto en duda su imparcialidad, se garantizarán las condiciones de legalidad, certidumbre, equidad y transparencia en procesos locales, se fortalecen las normas preventivas de la intromisión de otros Poderes en las decisiones y actuar de los órganos locales.
“Lo más importante, se reforman y fortalecen las autoridades locales con el propósito de hacer que los procesos electorales en todo el territorio nacional sean homogéneos, se observen los principios antes citados y se homologuen las calidades de los procesos electorales federal y de las entidades federativas”, refiere el dictamen aprobado por los senadores el 3 de diciembre de 2013 y ratificado por los diputados dos días después.
Las comisiones dictaminadoras concluyeron que el actuar de los órganos electorales locales podía reforzarse con la intervención del Instituto Nacional Electoral en algunas atribuciones, con el propósito de dotar a estos organismos de los principios que deben regir en todo proceso electoral.
En el Artículo 41 constitucional quedó establecido que el INE, además de organizar los procesos electorales federales, se coordinaría con los organismos electorales locales para la organización de los comicios en las entidades federativas. Se argumenta en el dictamen que de esta forma sería más fácil para la ciudadanía participar y ejercer su derecho al sufragio.
La modificación constitucional estableció que la organización de las elecciones es una función estatal, que se realiza a través del Instituto Nacional Electoral y de los organismos públicos locales. Para evitar el control político de los institutos locales, se determinó que correspondiera al INE designar y remover a los consejeros electorales de los estados.
Aunque el INE tiene como principal función la organización de las elecciones federales, también puede intervenir en la organización de las elecciones locales como autoridad supervisora y generadora de lineamientos. El Consejo General del INE tiene la facultad, con el voto de al menos ocho consejeros, de asumir directamente las actividades propias de los órganos electorales locales. También delegar en los órganos electorales locales las atribuciones relacionadas con la organización electoral, sin perjuicio de reasumir su ejercicio directo en cualquier momento.
Asimismo puede atraer a su conocimiento cualquier asunto de la competencia de los órganos electorales locales, por su trascendencia o para sentar un criterio de interpretación. DEFIENDEN MODELO DE OPLES Ante la propuesta incluida en la reforma electoral federal, el Instituto Electoral de Tamaulipas respondió con una solicitud formal para participar en el debate técnico y reafirmó que sus funciones operativas no se duplican con el Instituto Nacional Electoral (INE).
“Estamos en la mejor disposición de sumarnos al debate justo y aportar elementos técnicos que sirvan para construir una base objetiva y real”, sostuvo el consejero presidente Juan José Ramos Charre en conferencia del 27 de agosto. Confrontó la viabilidad de que el INE asuma las funciones del IETAM, “no veo al INE con la capacidad de instalar 43 consejos municipales y 22 distritales que actualmente opera el IETAM en Tamaulipas (…) Los gastos del instituto están justificados y (negó) duplicidad de funciones con el INE”. La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, también pidió un análisis profundo de esta posibilidad. Taddei ha mencionado que se tendrá que esperar a conocer un diagnóstico sobre el funcionamiento de los OPLES para determinar qué podría mejorar sobre la organización de los procesos electorales.
“(Los OPLES) Es un modelo que funciona en la colaboración, en la coordinación, en la atención a los procesos electorales locales. Habrá que ver qué es lo que sí funciona de este modelo y qué es lo que se puede mejorar y llevar a otro nivel”, dijo en una reciente conferencia de prensa
En tanto, sobre el tema, José Woldenberg, ex presidente del Instituto Federal Electoral, alertó que la desaparición de los órganos locales afecta al federalismo y podría generar más gasto, en lugar de ahorros. En una mesa de análisis de los temas que podría retomar Sheinbaum, mencionó el riesgo de que se retomen las propuestas del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador. “Plantearon desaparecer a los institutos y tribunales locales, como si no fuéramos una República federal y como si una institución nacional pudiera realizar centralizadamente la organización de todas las elecciones”, subrayó.
Destacó que forzosamente, el nuevo Instituto Electoral tendría que multiplicar su estructura en la mayoría de los estados, para tener la capacidad de organizar las elecciones de Gobernadores, diputados locales y regidores. “Como sabemos, existen estados en los cuales se eligen dos o tres diputados federales, pero 18 o 20 diputados locales.
“Y dado que los distritos federales y los distritos locales no coinciden, salvo la excepción de Jalisco, en la inmensa mayoría sería necesario duplicar, triplicar o más la estructura del instituto local, con lo cual la idea del ahorro proclamado simplemente sería cancelada”, resaltó Woldenberg. Criticó que las iniciativas de López Obrador tenían un toque centralista, que pretendían, incluso, decidir sobre el número de regidores con los que debe contar cada ayuntamiento.
Se metía, agregó, en establecer hasta el número de diputados que deberían tener los Congresos locales, “como si el federalismo fuera un dispositivo engorroso, como si las facultades de los Congresos locales sobraran y debieran ser eliminadas. “Cabe preguntarse, ¿somos y deseamos ser una República federal o centralista?”, cuestionó sobre la propuesta de desaparecer los OPLES. Lorenzo Córdova, ex presidente del INE, en el mismo foro organizado por Somos México, señaló que la propuesta de eliminar los OPLES implicaría que el INE tenga que resolver todo tipo de problemáticas locales.
“¿Qué demonios va a saber el Consejo General de las problemáticas que ocurren en un Estado? O, peor aún, ¿qué demonios va a saber el INE de cómo se organizan las elecciones por usos y costumbres en un Estado, con reglas que muy probablemente son distintas a las de otro Estado?”, cuestionó sobre el impacto de que la autoridad nacional se haga cargo de todas las elecciones del País.
Dentro del diálogo que ya empieza a haber sobre la reforma electoral, el ex priista y senador del PVEM, Jorge Carlos Ramírez Marín, señaló este partido está en desacuerdo con la eliminación de los OPLES. Dijo que este es uno de los temas que el Verde Ecologista pondrá sobre la mesa, porque puede resultar más costoso el remedio. “Yo soy absolutamente partidario de que existan los OPLES. Y si es por ahorrar, hay que ver si no terminamos gastando más corrigiendo los errores”.
POR STAFF/EXPRESO-LA RAZÓN




