Mientras que el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, insistía en Washington en la necesidad de una intervención militar estadounidense a México para combatir a los cárteles de la droga, en nuestro país los priistas de Durango vitoreaban a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Y no solamente la aclamaron como si fueran morenistas, sino que en medio de la estruendosa ovación que le tributaron a la mandataria, el gobernador Esteban Villegas Villarreal, miembro distinguido del tricolor, se declaraba públicamente “claudista”.
“En Durango, le dijo a CSP, la queremos, tiene amigos, siéntase como con su familia y, a pesar de que no somos del mismo partido, yo me identifico con usted y soy claudista, que no se les olvide”.
Horas más tarde, en la macroplaza de Monterrey, la presidenta recibió una recepción similar.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, que fue abucheado por la muchedumbre, reconoció la valentía y la firmeza con la que Sheinbaum ha enfrentado la política migratoria y arancelaria del presidente Donald Trump.
Me siento orgulloso de ello, expresó.
Sin embargo, lo que tiene en pánico al ex gobernador de Campeche es que en tanto que él vocifera en el extranjero, en los círculos políticos mexicanos se comenta que el PAN y el Movimiento Ciudadano fraguan una nueva alianza electoral en la que dejarían fuera al Revolucionario Institucional, que, de concretarse, enviaría al PRI a la tumba debido a que la coalición con Acción Nacional es la única opción con la que el ex partido hegemónico cuenta para sobrevivir y evitar la pérdida de registro que se cierne sobre la agrupación
Le preocupa asimismo que en su tierra natal se ha aprobado una nueva ley que permitiría al gobierno de Layda Sansores la expropiación de algunas de las fastuosas propiedades del dirigente de los priistas, entre ellas una residencia de más de 300 millones de pesos, ya que, esa medida, además de dejarlo en la ruina política, lo dejaría también en la inopia económica.
Propios y extraños coinciden en que, suceda lo que suceda, el PRI con Moreno Cárdenas al frente, tiene los días contados.
En temas locales, por otra parte, habrá que estar muy atentos al contenido de los informes y rendición de cuentas de los alcaldes de Tampico, Madero y Altamira para constatar los avances, pues al concluir el primer año de trabajo lo más destacado ha sido la modernización de la infraestructura.
Obras de importancia, como el segundo piso de la avenida Hidalgo, el teleférico que comunicará Tampico con el Estado de Veracruz y el Metrobús que conectará a los municipios conurbados del sur, cuyo inicio de esta última se prevé para el 2026 y se llevará a cabo con fondos del gobierno federal, el estatal y el sector privado, apenas está en proceso de licitación.
Y no es por falta de ganas sino de recursos. Como se sabe, la mayor parte de los presupuestos de los que disponen los Ayuntamientos solo alcanza para el pago de los salarios del personal y las deudas heredadas de otras administraciones.
POR. JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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