Primero dijeron que era un meteorito, no se saben otra; siguen diciendo que es un meteorito, siguen sin saber de otra los de la Nasa y puntos intermedios. Salgo al patio y no es nada, es otro Borrego de la inteligencia, el cielo está estrellado y por ningún lado se ve el cometa. Ni se verá a simple vista, dicen.
Las nuevas imágenes del cometa 3I/ATLAS obtenidas desde un observatorio en Chile revelan un objeto cada vez más activo, con una cola luminosa y una composición química inesperada. Es el tercer visitante interestelar jamás observado y, mientras se aleja para no volver, se convierte en una de las mayores sorpresas de la astronomía reciente.
Que el gigantesco cometa o nave espacial sea una amenaza para la humanidad es un asunto que a una persona como Don Jeremías que vende chicharrones le vale Wilson, según palabras expresadas por él mismo, firmadas en su declaración que nadie le pidió… él iba pasando.
La forma de percibir eso de los asteroides y meteoritos ha cambiado brutalmente. Igual ocurrió con la realidad en el devenir de los años. Pensábamos que los eclipses eran castigos de un Dios. Que razón no hubiese faltado. A lo mejor la humanidad en sus orígenes con unas cachetadas teníamos.
Es un Ovni, dijo Maussan desde Massachusetts y nadie le contradice. Son hostiles, dijo un especulador gabacho de los que venden materiales para construcción de buncker y hacerse más rico. Vaciaron las tiendas y las volvieron a llenar. Vienen para hacer una limpia.
Las más entusiastas todavía dicen que es el juicio final y que los nuevos ministros en el cielo están preparando todos los expedientes de cada uno de nosotros. Nadie saldrá de esta. Dicen que la nave trae a los malos, que vienen por supermán, por los perdidos en el juego de las escondidas, por los que le enseñaron la lengua a otro, etc. Estos vatos vienen por todos.
De la nave ahora se dice que es interestelar, para que luego no anden diciendo que la hicieron aquí en el Barretal. Mide más de un kilómetro, cuya longitud puede variar en cuanto se les inche a los de Houston. Trae sustancias químicas que todos en México conocíamos desde la primaria, parece un pedazo de leño.
Los más radicales están anunciando el fin del mundo así como lo conocemos. El archimillonario Elon Musk quiere lanzar un cohete para ver qué está pasando. Pero demaciado tarde, el artefacto pasará entre el sol y el planeta marte en estos días.
Dicen que después de eso se irá y nos dejará la nostalgia. Un evento increíble que cambia drásticamente la manera en la cual nos planteamos en el universo. Quizás después de este singular evento nos hagamos interestelares. Podamos ir a un baile a Marte y volver un jueves por la tarde, durante el after. Quizás sólo queremos salir de aquí, uno qué va a saber.
Señores, esa nave espacial no existe como todo lo que no existe. Tal vez los de la nave estén pensando lo mismo que nosotros y no existimos. Por eso nos tiran a Lucas. ¿Pero y qué tal si existen? Ya no se puede correr entre el monte como Porfirio Cadena? Están ciegos pero nos ven con infrarrojos, quien sabe que sea eso, comoquiera nos huelen. Si quieres correr, corre de una vez.
Uno quiere creer que vendrán extraterrestres buena onda a mejorar la especie y a traer tecnología que facilite nuestra sobrevivencia, pero igual que todo, eso no deja de ser un sueño mundano.
Sin duda afuera hay un universo muy amplio y todos los números se terminan. Un mundo quizás vetado por alguna razón a los seres humanos, tan sencillos y humildes. Un lugar donde nuestra mente no alcanza a llegar ni con el poder de la imaginación. Un sitio sin límites. Un lugar ideal para acampar, todavía libre de nosotros los seres queridos y humanos.
HASTA PRONTO
Por Rigoberto Hernández Guevara




