Una infección en los huesos, causada principalmente por bacterias, puede ser un desafío si no se detecta y trata a tiempo. Este problema se llama osteomielitis, y tiene el potencial de afectarte de por vida si no reconoces sus síntomas.
Imagina que tus huesos pudieran inflamarse debido a una infección. Eso es lo que hace la enfermedad y puede atacar cualquier hueso del cuerpo. Conocerla es el primer paso para protegerte.
¿Qué es la osteomielitis?
La osteomielitis es, en términos sencillos, una inflamación del hueso y la médula ósea causada por agentes infecciosos como bacterias, micobacterias u hongos, de acuerdo con MedlinePlus.
La mayoría de las veces, las responsables son bacterias, especialmente en los casos crónicos, según las conclusiones de un estudio disponible en Springer.
Te dejamos una lista de sus características y causas:
Aunque puede ser provocada por hongos u otros gérmenes, las bacterias son las responsables en casi todos los casos.
Staphylococcus aureus es el principal culpable: Este patógeno es la causa de entre el 44% y el 75% de las infecciones, sobre todo en casos crónicos.
Puede ser aguda o crónica: La forma aguda generalmente se resuelve con antibióticos, mientras que la crónica es una infección persistente que puede llevar a necrosis ósea.
Afecta a cualquier hueso, pero más a menudo a los largos en brazos, piernas, columna y cadera. Cuando afecta a los niños, ataca en los pies.
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¿Cuáles son los síntomas y señales de alerta de la osteomielitis?
Los síntomas de la osteomielitis a menudo no son específicos y varían con la edad. Sin embargo, prestar atención a ciertas señales puede ser crucial para un diagnóstico temprano.
Los adolescentes, por ejemplo, suelen sentir dolor en el hueso infectado, y este dolor puede aparecer o empeorar después de una lesión que parecía estar mejorando, según MedlinePlus.
Si experimentas dolor en un hueso, es urgente que consultes a un médico de inmediato, ya que la osteomielitis puede agravarse rápidamente.
Estas son las señales a las que debes estar atento, según el Manual MSD:
Dolor localizado en el hueso: Es uno de los síntomas más comunes y puede ser continuo.
Fiebre y escalofríos: Son síntomas generales que acompañan a la infección.
Hinchazón, enrojecimiento y calor local: La zona alrededor del hueso infectado puede mostrar estos signos de inflamación.
Sensación de cansancio o malestar general: Puedes sentirte fatigado, con náuseas o simplemente «mal».
Una herida abierta que drena pus: Si hay una herida en la piel cerca del hueso, puede mostrar signos de secreción.
¿Cuáles son los tratamientos de la osteomielitis y cómo se detecta?
Si se sospecha una infección, se realizan análisis de sangre para buscar signos de inflamación. Posteriormente, se utilizan estudios de imagen como resonancias magnéticas o tomografías computarizadas para confirmar la presencia de la infección en el hueso.
Cuando se confirma la enfermedad, comienzan estos tratamientos, según el Manual MSD:
Tratamiento con antibióticos durante varias semanas, a menudo por vía intravenosa.
En muchos casos, se requiere cirugía para eliminar el tejido muerto de los huesos y drenar los abscesos.
Injertos de tejido para compensar las partes del hueso afectadas.
¿Cómo prevenir la osteomielitis?
La buena noticia es que puedes tomar medidas para reducir el riesgo de desarrollar osteomielitis. La prevención se centra principalmente en la higiene y el cuidado adecuado de las heridas.
Mantener la piel limpia y atender cualquier corte o raspadura, especialmente los profundos, es fundamental. No se trata solo de la estética, sino de crear una barrera efectiva contra los microorganismos que buscan una entrada a tu cuerpo.
Te dejamos consejos clave para prevenirla:
Lava cualquier lesión con agua y jabón durante al menos cinco minutos para enjuagarla completamente.
Una higiene de manos adecuada detiene el contagio de gérmenes, que son la principal causa de las infecciones.
Asegúrate de tener todas las vacunas recomendadas puede fortalecer tu sistema inmunitario contra ciertos patógenos.
Tratar infecciones rápidamente: Las infecciones no tratadas en la piel o articulaciones pueden extenderse a los huesos, por lo que la atención temprana es crucial.
Condiciones como la diabetes o el riego sanguíneo deficiente aumentan el riesgo de osteomielitis, por lo que su buen manejo es preventivo.
La osteomielitis es una condición seria que requiere atención y conocimiento. La detección temprana y un tratamiento adecuado (que puede incluir antibióticos o cirugía) ofrecen un buen pronóstico para los casos agudos.
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR




