Desde Tampico, Tamaulipas, el comandante de la 8ª Zona Militar informaba al presidente Cárdenas, desde el 15 de octubre de 1937, sobre un “complot revolucionario” que pretendía encabezar el general Saturnino Cedillo desde San Luis Potosí. El gobierno central no dejó nada al azar y actuó en consecuencia.
El 8 de junio de 1938, a las 9:30 de la mañana, el general Lázaro Cárdenas, acompañado por autoridades civiles y militares de San Luis Potosí y por el gobernador de Tamaulipas, Marte R. Gómez, inició un recorrido por las comarcas donde se decía que Cedillo tenía influencia. La realidad que encontró fue distinta: campesinos trabajando en el campo y en la carretera de Ciudad del Maíz a Antiguo Morelos, lejos de la idea de una región alzada.
En esa zona, Cedillo había preparado centros de abastecimiento con campos de aterrizaje, hangares camuflados, cuevas con alimentos enlatados, depósitos de gasolina y hasta muebles modernos. Sin embargo, los planes fracasaron al ser localizados por el Ejército.
Recorriendo el valle y sus poblados
El presidente pasó por poblados como Santa Barbarita, Ávalos, El Platanito y Chupaderos, donde una comisión de ingenieros del Departamento Agrario inició el deslinde de parcelas para legalizar tierras a campesinos.
Más adelante, en el valle de El Naranjo, visitó los campamentos militares de El Meco y El Salto, donde le mostraron bombas de aviación defectuosas halladas en el lecho del río. También se reportó la captura de una estación de radio portátil, abandonada por un centinela al huir de la tropa.
Posteriormente, Cárdenas y su comitiva recorrieron a pie tres kilómetros para inspeccionar el trazo de una nueva carretera hacia Ocampo, que atravesaría las cascadas de El Salto. El mandatario giró instrucciones al subsecretario de Comunicaciones, Melquiades Ángulo, para realizar los estudios correspondientes.
Un baño en El Salto
El intenso calor llevó a Cárdenas y a sus acompañantes, entre ellos Marte R. Gómez, a nadar en los estanques naturales al pie de la cascada de El Salto. El momento fue captado por un fotógrafo de la revista ROTOFOTO, que un mes después publicó el reportaje “Baño de políticos”, donde aparecían Cárdenas, Gómez, Ignacio M. Beteta y Manuel Ávila Camacho disfrutando del paisaje huasteco.
Encuentros con el pueblo tamaulipeco
Por la tarde, la comitiva ingresó a Nuevo Morelos, Tamaulipas, donde el presidente fue recibido con entusiasmo por ejidatarios y escolares. Más tarde llegó a Antiguo Morelos, donde también fue ovacionado. Ahí instruyó acelerar los trabajos de la carretera San Luis Potosí–Antiguo Morelos para unirla cuanto antes con la ruta México–Laredo.
Hasta El Mante y Tampico
La gira incluyó Ciudad Mante, donde se analizaron proyectos de riego y energía en la zona de El Salto, así como la continuidad de las obras carreteras. Esa misma noche, cañeros y pobladores abarrotaron el Hotel Mante para saludar al presidente.
Al día siguiente, Cárdenas llegó a Tampico, donde fue recibido por unas 20 mil personas en un mitin celebrado en la plaza de toros, acompañado por ferrocarrileros que formaron su escolta.
Aunque el movimiento de Cedillo estaba prácticamente derrotado, los operativos militares continuaron. El 17 de junio, el general Manuel Ávila Camacho, secretario de la Defensa Nacional, se instaló en Ciudad del Maíz para mantener presencia en la zona.
Por Marvin Osiris Huerta Márquez
Expreso – La Razón




