5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

Se sintieron traicionados

ENROQUE/ JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ

A pesar de que desde afuera no eran pocos los que percibían que la nueva presidenta del comité directivo municipal del PAN en Tampico sería una integrante del grupo del Chucho Nader, el hecho de que la elegida haya sido la cabecista Beatriz Rodríguez Tarabelsi causó reacciones de sorpresa en los medios políticos.

Algunos pensaron que quizá Chucho había perdido el poder de influencia política al interior de la agrupación, otros incluso que la contienda había sido arreglada o amañada, los partidarios de Lizbeth se sintieron traicionados, la realidad, sin embargo, es que el ex titular del Ayuntamiento y actualmente diputado federal se mantuvo al margen de la competencia.

¿Cuál fue la causa? Como el legislador sabía que ganara la que ganara, Beatriz Rodríguez o Lizbeth García Aldape, a él no le perjudicaría en virtud de que, además de que la lleva bien con las dos candidatas, las dos incluyeron en las planillas de aspirantes que dirigirán al partido en los próximos tres años a integrantes de la facción chuchista

Tenemos entendido que por eso Chucho dejó en libertad a los militantes, incluidos sus partidarios, para que votaran libremente por la contendiente que les pareciera. El objetivo de mantenerse al margen era evitar la polarización y las eventuales pugnas de cara a la elección de 2027, en la que todo indica que Nader Nasrrálah volverá a postularse otra vez como candidato de Acción Nacional a la presidencia municipal.

¿Lo permitirá el clan de Francisco García Cabeza de Vaca? Hace seis años lo admitió, si lo vuelve a aceptar, el grupo del exgobernador debe de estar consciente esta vez de que, si Chucho recupera la plaza política perdida Rosa María González Azcárraga ante la 4T en los comicios de 2024, no podrá impedir que el ex munícipe tampiqueño vuelva a disputar el 2028 la candidatura de gobernador y le resultará complicado al jerarca cabecista sacarlo otra vez a la mala del proceso selectivo como el 2022.   

Ayer, durante una breve charla que sostuvimos con el exalcalde porteño vía telefónica, vaticinó que no obstante lo cerrado de las votaciones, 239 a 205 votos, una diferencia de apenas 24 sufragios, entre las participantes, el cambio en las riendas del albiazul en la ciudad no dividirá al partido, como algunos suponen, y la organización política llegará fuerte a las próximas contiendas electorales.

Aunque dejó entrever que dadas las circunstancias de adversidad en las que se encuentra ahora el partido de la derecha, los dirigentes y estrategas están más obligados que nunca a postular a contendientes competitivos, si no quieren seguir sufriendo descalabros y tropiezos.

Pese al optimismo de Chucho, algunos panistas no descartan que a causa de las pugnas internas y el malestar que agobian al partido, el alto mando nacional se vea en la necesidad de convertir al comité directivo recién electo en una delegación.

¿Será?

En las filas de Morena, por otra parte, deben de estar inquietos. ¿El motivo?  La fuerte ovación que los asistentes al acto del primer informe de la alcaldesa Mónica Villarreal, tributaron a Chucho ya que el hecho de que eso haya ocurrido en un evento morenista revela el grado de popularidad de que disfruta el exalcalde a un año de haber concluido su mandato.

Y el riesgo que podría representar en el relevo de los poderes políticos porteños que tendrá lugar dentro de dos años. ¿Dispondrá el partido guinda de la fuerza electoral para conservar la plaza o esta volverá a manos de Acción Nacional?

La respuesta es un buen tema para el análisis y la reflexión.

POR. JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ

 jlhbip2335@gmail.com

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