ALTAMIRA, TAM.- El pasado miércoles, el Centro de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios (CETis) No. 78 de Altamira, Tamaulipas, se convirtió en escenario de una de las protestas estudiantiles más violentas de los últimos años en el estado.
Lo que comenzó como un reclamo de alumnos contra su director, Julio César Barrón Morales, por presuntos actos de acoso, terminó en una agresión colectiva que se viralizó en redes sociales y derivó en una serie de medidas institucionales de alcance nacional.
La jornada inició con una manifestación de alumnos inconformes, quienes acusaban al director de no atender denuncias de acoso. En un video de más de cuatro minutos difundido en redes sociales, se observa a Barrón encabezando una reunión informal con estudiantes a las afueras del plantel. Durante ese encuentro, una alumna lo increpó asegurando que no respondía a los reportes de acoso.
Mientras el director intentaba responder, un grupo de estudiantes lo interrumpió señalando que las acusaciones también lo involucraban directamente.
Una joven afirmó públicamente que había sido víctima de acoso por parte del propio directivo, lo que intensificó los reclamos y generó un ambiente de tensión.
Minutos después, varios alumnos con el rostro cubierto ingresaron a la oficina de Barrón, lo sacaron a empujones y lo condujeron hacia los pasillos del plantel. En las grabaciones se observa cómo lo tiraron al suelo, donde fue golpeado y pateado por un grupo de estudiantes enardecidos.
El ataque también dejó destrozos en el inmueble, entre ellos ventanas rotas y mobiliario dañado. Los agresores utilizaron pasamontañas para cubrirse y lanzaron consignas contra el directivo. A pesar de la presencia de elementos de la Guardia Estatal, no se logró contener de inmediato la violencia, y fue necesario resguardar al director para sacarlo del lugar.
Acusaciones y denuncias
La agresión tuvo como origen presuntas acusaciones de acoso hacia estudiantes del plantel. En la misma protesta se distribuyó un documento con fotografías del director en centros nocturnos de Altamira, lo que fue utilizado por algunos alumnos como argumento para cuestionar su comportamiento.
Posteriormente trascendió que al menos dos docentes del CETis habrían organizado la manifestación a través de un grupo de mensajería, aunque el movimiento habría terminado por desbordarse. La Secretaría de Seguridad Pública del Estado confirmó que Barrón Morales fue trasladado a su domicilio para recuperarse de las lesiones, mientras los estudiantes exigían su renuncia.
La violencia generó una inmediata respuesta entre los padres de familia. Juan Manuel Dorado, uno de ellos, señaló que lo ocurrido evidencia la necesidad de restablecer el orden en el plantel y garantizar la seguridad de los alumnos.
Durante reuniones con autoridades educativas, los padres exigieron que se apliquen los reglamentos escolares y se evite que hechos similares se repitan. En los encuentros, que duraron cerca de una hora cada uno, algunos padres manifestaron preocupación por la posible participación de maestros en la organización de la protesta.
En videos difundidos tras la agresión, incluso se aprecia a madres de familia cuestionando directamente al director por su falta de disposición para atender las denuncias estudiantiles.
La respuesta institucional
Ante la magnitud de los hechos y la viralización de las imágenes, la Secretaría de Educación Pública (SEP) activó medidas inmediatas. El 18 de septiembre, las actividades en el CETis 78 se trasladaron a modalidad a distancia y se determinó que el regreso presencial se realizaría con una jornada de reflexión por la paz.
La dependencia federal anunció la apertura de investigaciones sobre la actuación del personal directivo y ofreció acompañamiento a las denuncias de la comunidad escolar, particularmente las relacionadas con violencia contra estudiantes.
Además, informó que se coordinará con autoridades estatales y federales para dar seguimiento al caso, y anunció la realización de una Jornada Nacional el 24 de septiembre, enfocada en erradicar la violencia en los bachilleratos de todo el país.
“La SEP reitera su apego a los principios de respeto, igualdad y construcción de escuelas libres de violencia, garantizando el bienestar integral de la comunidad escolar”, comunicó la institución en un pronunciamiento oficial.
El trasfondo del conflicto apunta a denuncias de acoso no atendidas oportunamente. En las grabaciones previas a la agresión, varias estudiantes cuestionan directamente al director sobre su actuación y sobre casos en los que, presuntamente, no dio seguimiento a las quejas.
Una de las alumnas afirmó que el director intentó subirla a su vehículo, pese a que portaba el uniforme escolar. Estas declaraciones fueron las que detonaron los reclamos colectivos y, posteriormente, la violencia.
Las autoridades educativas de Tamaulipas no han confirmado aún la veracidad de estas acusaciones, pero informaron que serán investigadas junto con la participación de maestros y estudiantes en la protesta.
Un plantel bajo tensión
El CETis 78, uno de los centros de educación media superior más importantes del sur de Tamaulipas, permanece en un ambiente de incertidumbre.
La golpiza al director del CETis 78 de Altamira no solo evidenció la fractura en la relación entre alumnos y autoridades, sino que provocó la intervención directa de la SEP con medidas que alcanzaron a todo el sistema de bachillerato nacional. El caso permanece abierto, con investigaciones en curso sobre las acusaciones de acoso, la posible participación de docentes en la protesta y las responsabilidades administrativas y legales que correspondan.
Por lo pronto, el plantel espera reanudar actividades bajo estrictas medidas de vigilancia, con el compromiso de las autoridades de establecer un entorno seguro y de convivencia pacífica para toda la comunidad educativa.
POR STAFF
