En plena temporada de calor, mientras el aire acondicionado funciona sin descanso, litros de agua limpia se escurren por el tubo de drenaje sin que muchos lo noten. Ese recurso, conocido como agua de condensación, suele considerarse un simple residuo. Sin embargo, diversos expertos señalan que puede tener un uso práctico y ecológico dentro del hogar.
De tan solo un aparato se recogen casi 10 litros diarios, en un proceso que ocurre cuando el aire caliente y húmedo del ambiente pasa sobre las tuberías frías del aparato. En ese sentido, el vapor se condensa, se convierte en líquido y se expulsa al desagüe. Con un poco de ingenio, esa agua puede aprovecharse en distintas tareas.

Usos más comunes del agua que está estancada en el aire acondicionado
El agua de condensación no es potable, pero al ser blanda, sin cal y sin cloro, resulta útil en el hogar:
Regar plantas de interior o balcón, ya que no deja residuos en la tierra.
Llenar planchas de vapor o humidificadores, evitando la acumulación de cal.
Limpiar cristales, espejos y ventanas, sin dejar marcas.
Enjuagar el coche antes o después del lavado.
Fregar suelos o diluir productos de limpieza.
En cuanto a la producción y ahorro, es preciso señalar que un aire acondicionado doméstico de tamaño medio puede generar entre 0,5 y 1 litro por hora en climas cálidos y húmedos. Durante una ola de calor, esa cifra puede transformarse en 300 a 600 litros al mes.
Según el cálculo difundido por Santa Fe Canal, la producción diaria puede alcanzar entre 10 y 20 litros, con un ahorro estimado de hasta 1,20 euros mensuales en agua corriente.
Recomendaciones para su uso
Pese a ser un recurso gratuito, su manipulación requiere ciertos cuidados:
Recolectar el agua en recipientes limpios y cerrados.
Guardarla en lugares frescos y a la sombra.
Usarla en un máximo de dos o tres días.
Filtrar si contiene partículas visibles.
No beberla ni emplearla para cocinar.
Mantener el aire acondicionado limpio y en buen estado.
Por último, en cuanto al impacto ecológico, señalamos que cada litro reutilizado representa un ahorro de agua potable. La Agencia Europea de Medioambiente estima que el consumo doméstico puede reducirse hasta un 10% con medidas de este tipo. Además, aprovechar esta fuente secundaria disminuye la presión sobre las redes municipales y reduce la generación de aguas residuales.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO




