Tras el debut de Gianni Rubli y la reaparición de Rafa Arce, varios aficionados y críticos cuestionaron si los jóvenes del equipo estaban preparados, apoyando incluso el discurso del exentrenador.
Sin embargo, durante el reciente partido ante Tapatío, Jorge Urbina implementó un esquema 4-4-2 con la intención de presionar a un equipo dinámico. Los jóvenes cumplieron su función: defendieron, presionaron y corrieron. Tal vez no destacaron en goles, pero sí respondieron tácticamente, algo que otros jugadores veteranos no hubieran hecho.
¿Qué esperaban, que anotaran un doblete? Casos como el de Gilberto Mora ocurren una vez cada mil jugadores que debutan.
Gianni Rubli y Rafa Arce cumplieron lo que se les pidió en su primer partido y primera titularidad, y es probable que tengan minutos en el próximo duelo en el Marte R. Gómez.
El análisis revela un patrón: se suele juzgar con mayor severidad a los jugadores locales que a los que vienen de fuera o son extranjeros. El criterio más justo será evaluarlos cuando acumulen más minutos y, aún así, no cumplan lo tácticamente asignado.
Un cambio de actitud
Más allá de lo táctico, se observa un cambio de actitud en algunos jugadores, como Giovanni Hernández, quien anotó un doblete ante Tapatío. Hernández ha mostrado compromiso extra al entrenar por separado para mejorar su ritmo físico, demostrando sus ganas de destacar, mientras que Joel Martínez mantiene un rendimiento irregular tanto en entrenamientos como en partidos.
Habrá más cambios
Correcaminos ha mostrado flexibilidad táctica. Después de utilizar el 4-4-2 ante Tapatío, es probable que el equipo regrese al 4-3-3, con Arce apuntando a titular y Gianni en banca.
El mensaje es claro, el equipo busca variantes y compromiso de todos sus jugadores. El tiempo y la constancia serán clave para juzgar el verdadero potencial de los jóvenes.
Nos leemos a la próxima, esperemos que depara al tema Correcaminos en estos días.
POR. DANIEL VÁZQUEZ




