La violencia en contra de niñas, niños y adolescentes en Tamaulipas continúa siendo una problemática presente, aunque muchas veces invisible. Desde el acoso escolar hasta el abuso sexual y el maltrato intrafamiliar, los casos se mantienen con una fuerte “cifra negra” que impide dimensionar su verdadera magnitud.
La maestra Ivette Salazar Márquez, titular de la Secretaría Ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) en el estado, advierte que la violencia infantil no solo es un problema familiar, sino también un fenómeno social que requiere la coordinación de todas las instituciones.
“El SIPINNA es la articulación de dependencias gubernamentales y no gubernamentales que trabajan en políticas públicas para atender la problemática que enfrenta la niñez. Casos como el acoso escolar, la violencia intrafamiliar y el abuso sexual infantil son parte central de nuestra agenda”, explicó.
Una de las acciones más recientes es la elaboración de una cartilla contra el abuso sexual y el maltrato infantil, realizada en coordinación con UNICEF y la Comisión para Poner Fin a Todo Tipo de Violencia.
Este material será distribuido a partir de noviembre entre madres y padres de familia, con el propósito de detectar señales de alerta en niñas y niños dentro del hogar. La cartilla ofrece indicadores para identificar posibles casos de violencia y los pasos a seguir para solicitar apoyo institucional.
“Queremos que las familias cuenten con herramientas claras para reconocer lo que está pasando. La prevención empieza en casa y todos somos corresponsables del cuidado y protección de la niñez”, señaló Salazar Márquez.
Cifras que no reflejan la realidad
De acuerdo con la titular de SIPINNA, no existen estadísticas estatales precisas sobre la incidencia de violencia contra la infancia en Tamaulipas. Las cifras que se manejan corresponden a estimaciones nacionales, pero incluso estas no reflejan la dimensión real del problema.
A nivel nacional, estudios marcan que la mayoría de los casos de abuso sexual infantil ocurren dentro del círculo cercano: familiares directos o personas allegadas al hogar.
En Tamaulipas, SIPINNA ha tenido conocimiento de casos a través de denuncias en redes sociales, los llamados “tendederos” en escuelas o reportes mediáticos. Sin embargo, la ausencia de denuncias formales ante la Fiscalía genera una cifra negra difícil de medir.
“Siempre existe ese porcentaje de casos que no llegan a las autoridades. Por eso pedimos a la población que denuncie, porque solo así se puede dar un seguimiento adecuado”, puntualizó la funcionaria.
Por Raúl López García




