CIUDAD VICTORIA, TAM.- En las aulas de Tamaulipas cada vez se escuchan menos voces infantiles.
Las cifras oficiales revelan un descenso acelerado en la matrícula escolar: en apenas dos ciclos, las primarias perdieron más de 15 mil estudiantes y las secundarias más de dos mil, lo que obliga a cerrar grupos, fusionar planteles e incluso replantear la estructura educativa en el estado.
En primaria, la matrícula pasó de 359,932 alumnos en 2022-2023, a 353,648 en 2023-2024 y a 344,620 en el ciclo actual: una caída de 4.3%.
En secundaria, el descenso fue menor pero sostenido: de 170,009 alumnos en 2022-2023 a 167,355 este año, un retroceso de 1.6%.
La baja natalidad es el factor principal.
En el año 2000 había 2.2 millones de nacimientos; en 2023 fueron 1.5 millones, lo que ha reducido drásticamente la base escolar.
Escuelas vacías en el sur
En Tampico, la Secundaria Técnica 20 “01 de Junio”, con capacidad para 300 alumnos, apenas reunió 32 inscripciones. La situación se repite en al menos diez planteles de la zona sur, algunos con más de medio siglo de historia, que enfrentan la posibilidad de cerrar sus puertas.
Causas múltiples
La baja natalidad, la migración y el abandono escolar en comunidades marginadas explican el fenómeno. Lo que antes eran aulas con 800 alumnos en los noventa, hoy apenas superan los 200.
Ejemplos nacionales e internacionales
Guanajuato cerró más de mil escuelas en 2024 por falta de alumnos y explora la reducción de grupos a 25 estudiantes.
En España, la caída demográfica se aprovecha como oportunidad para bajar ratios y mejorar la enseñanza.
En México, en cambio, no existe aún una política federal clara para educación básica. Mientras tanto, los estados improvisan ajustes para enfrentar una transformación irreversible: cada año, entre 200 y 400 mil alumnos menos modificarán el mapa escolar del país.
La pregunta es si el Gobierno federal aprovechará esta coyuntura para impulsar una reforma de fondo o dejará que cada estado enfrente solo la crisis.
Por Raúl López García
EXPRESO-LA RAZON




