CIUDAD VICTORIA, TAM.- La contaminación provocada por la acumulación masiva de neumáticos usados en municipios como Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros alcanzó niveles insostenibles y obligó al Gobierno Federal a reaccionar con una medida tardía pero necesaria: prohibir, desde el 28 de agosto, la importación temporal de llantas provenientes de Estados Unidos hacia la frontera norte y el resto del país.
Karl Heinz Becker Hernández, subsecretario de Medio Ambiente de la Secretaría de Desarrollo Urbano, informó que el decreto se estableció en coordinación con el gobierno estadounidense y busca reducir riesgos viales, contener la contaminación y fortalecer a la industria nacional. Sin embargo, reconoció que durante años se permitió el ingreso de neumáticos que en realidad llegaban como desecho.
“El problema es que gran parte de esos neumáticos cruzaban a México prácticamente como basura; conservaban apenas entre un 20 y un 30 por ciento de vida útil”, explicó. Esa tolerancia, señaló, convirtió a varias ciudades fronterizas en basureros disfrazados de mercado automotriz.
El funcionario advirtió que la situación no solo golpea al medio ambiente, sino que pone en riesgo la seguridad vial, ya que miles de automovilistas terminaron circulando con llantas en malas condiciones, aumentando la posibilidad de accidentes.
Como parte del acuerdo binacional, la primera etapa contempla un diagnóstico por estado para dimensionar el volumen real de neumáticos inservibles acumulados y definir estrategias conjuntas para su disposición.
Con esta decisión, el Gobierno Federal pretende frenar un negocio que, bajo el pretexto del reciclaje y la “vida útil extendida”, dejó durante años toneladas de llantas contaminando el paisaje urbano y comprometiendo la seguridad en la carretera.
Por Antonio H. Mandujano
