A fines de noviembre de 1914, el general Francisco Villa comisionó a Alberto Carrera Torres para operar en la región huasteca de San Luis Potosí y Tamaulipas, con la misión de tomar Ciudad Victoria.
En los días siguientes, plazas como Ciudad del Maíz, Tula, Antiguo Morelos, Nuevo Morelos, Ocampo y Quintero cayeron en manos de los carreristas.
En Antiguo Morelos, las versiones señalan que se realizaron préstamos forzosos a los más adinerados y se persiguió a simpatizantes carrancistas.
Don Policarpo Castillo Almazán fue arrestado y trasladado a Ocampo, donde se rumoraba sería fusilado, hecho que se evitó gracias a la intervención de su padre.
Durante su estancia en Ocampo, Carrera ordenó fusilar a Ramón Ortodica, Francisco Torres y Luis Coronado, partidarios de Carranza. Posteriormente, en Llera, mandó ejecutar al presidente municipal Lucas Hernández.
Estos actos serían pieza clave en su juicio de 1917.
Operaciones militares en Xicoténcatl
El 4 de diciembre de 1914, el capitán José Núñez de Cásares recibió órdenes del gobernador carrancista Luis Caballero para unirse al coronel Pedro Enedino Járquin y recuperar Ocampo. Sin embargo, ambos defeccionaron y se sumaron al villismo.
Járquin, un oaxaqueño que había llegado con César López de Lara, fue el único “teco” que se pasó al bando de Carrera Torres en Tamaulipas.
Días después, Carrera informó que mantenía posiciones en Paso Real de Morelos, buscando detener el avance enemigo y cortar la vía Tampico-Victoria.
En ese ambiente, Vicente Verástegui, exteniente coronel federal que había vuelto a la agricultura, retomó las armas bajo la bandera villista, aunque solo con el grado de mayor reconocido por Carrera.
Simón Castillo se une al villismo
Otro exoficial que volvió a tomar las armas fue Simón Castillo, quien se incorporó a las fuerzas de Pedro Ruiz Molina en la región de Chamal y Antiguo Morelos. Este “reciclaje” de militares federales fue común en la época: Villa integró a generales como Jesús Delgado y Eduardo Ocaranza, y Zapata a Benjamín Argumedo y Juan Andrew Almazán.
En esos días, Antiguo Morelos tenía como presidente municipal a Emilio Castillo Mendiola. Sus vínculos familiares con oficiales carrancistas le ocasionaron graves problemas con los carreristas, lo que más tarde provocó la muerte de su hermano Antonio y la suya propia
Quintero, punto estratégico
El 3 de enero de 1915, el coronel Apolonio Treviño informaba sobre los planes para desalojar a los villistas de Quintero. El propio Carranza había comisionado al general César López de Lara para operar en la región.
El 6 de enero, los carrancistas tomaron Valles tras cuatro horas de combate, obligando a los villistas a replegarse a Micos. Desde San Luis Potosí, Francisco Carrera Torres salió en tren militar para intentar recuperarla.
El 8 de enero, en Quintero, se libró una escaramuza que obligó a los villistas a retirarse por el cañón del Abra hacia Antiguo Morelos. La vanguardia carrancista los persiguió hasta esa villa.
Estación González y el paso del Abra
En abril de 1915, tras la pérdida de Valles, los villistas se replegaron a Micos. El 1 de mayo, el general José Rodarte intentó tomar Estación González, pero fue derrotado por el coronel Florentino Aldrete.
El paso del Abra tamaulipeco se convirtió entonces en punto clave para las operaciones villistas hacia Tampico. El 6 de mayo, Pablo González Garza ordenó a sus generales movimientos de flanqueo en Antiguo Morelos para frenar a Urbina, quien insistía en avanzar al puerto.
El 15 de mayo, los carrancistas lanzaron una ofensiva en Ébano, consolidando posiciones pese a los contraataques villistas. El 18, en Estación González, las fuerzas de los Carrera Torres fueron derrotadas por el general Fortunato Zuazua. Finalmente, el 24 de mayo, el general José Carrillo tomó Xicoténcatl y consolidó la “limpia” de fuerzas villistas en la región.
POR MARVIN OSIRIS HUERTA




