Tania Contreras es la primera mujer electa por el voto popular, libre, secreto y directo de los ciudadanos como Presidenta del Supremo Tribunal de Justicia y este hecho por sí mismo le da un lugar en la historia de Tamaulipas, especialmente ahora que México está gobernado por la Presidenta Claudia Shienbaum, la primera mujer en ocupar el Poder Ejecutivo de la nación, que se ha convertido en un referente y fuente de inspiración para las mujeres de México, particularmente para las servidoras públicas. En ese entorno, Tania Contreras es la máxima representante del Poder Judicial de nuestro estado.
Históricamente, la instalación del Poder Judicial de Tamaulipas hace 200 años, formó parte de los actos fundacionales de la naciente República Mexicana proclamada en la Constitución de 1824, reflejo de la decisión de un pueblo de gobernarse a si mismo a través de instituciones y poderes creados por el pueblo mismo en su beneficio, con una federación de entidades y con poderes separados, con la capacidad de asumir las tareas del gobierno del nuevo Estado Mexicano, independiente, democrático y soberano.
Doscientos años después, la refundación del Poder Judicial de Tamaulipas tiene un particular significado porque forma parte del nuevo régimen de la República, en el que el pueblo de México está transformando, en el siglo veintiuno, la forma de su gobierno para constituir un gobierno humanista, democrático y popular.
El reto para la nueva Presidenta del Poder Judicial y los magistrados que integran el Supremo Tribunal de Justicia de Tamaulipas es de gran dimensión. Por una parte tienen la obligación de conducirse con estricto apego a la Constitución y al orden jurídico vigente, y por la otra de hacer una diferencia en la manera de ejercer la función pública, con rectitud y un sentido ético ejemplar que no deje ninguna duda respecto a la limpieza de su desempeño.
Sin duda la aplicación de la ley y la impartición de la justicia en el siglo veintiuno requerirá del uso de la innovación tecnológica en la automatización de la administración de los expedientes y de los procedimientos judiciales. Teniendo en cuenta que el primer Tribunal Superior de Justicia realizaba sus funciones cuando la población total del estado era de menos de 50 mil habitantes, y la del 2025 es de 3.5 millones, el volumen de los asuntos planteados por los ciudadanos es proporcional a la densidad de la población. La adecuación de la legislación y la automatización de los procedimientos judiciales jugará un papel determinante para reducir los tiempos y los costos de los juicios.
Quizá también este sea el tiempo en el que el Poder Judicial del Estado pueda generar un profundo estudio de la legislación vigente que permita al Poder Legislativo tener una evaluación de su efectividad y de la necesidad en su caso, de crear nuevas leyes, reformar o derogar algunas de las disposiciones actuales con el fin de mejorar el servicio del derecho y de la justicia en beneficio de los ciudadanos.
La nueva Magistrada Presidenta y los integrantes del Poder Judicial, a partir de hoy tienen ante sí la página en blanco de la historia de Tamaulipas en la que aparecerán sus nombres. De ellos dependerá que en el futuro se evoque su trabajo como ejemplo del Tribunal que le dio a los tamaulipecos certeza y confianza por su forma de resolver los asuntos a su cargo, de darle vigencia plena al Estado de Derecho y de haber hecho posible un estado con justicia para todos.
Por. Jesús Collado Martínez
