Para muchos, el café no es solo una bebida: es el arranque de la mañana, el acompañante de las charlas y hasta el salvavidas en días de desvelo. Sin embargo, aunque esta bebida oscura y aromática tiene fama de darnos energía y hasta beneficios para la salud, también puede convertirse en un exceso peligroso si no medimos las tazas que tomamos al día.
La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central, presente no solo en el café, sino también en el té, algunas bebidas energizantes y productos de cacao. De ahí la importancia de regular su consumo ya que, sin saberlo, podrías estar tomando más cafeína de la recomendada.
¿Cuántas tazas de café es recomendable tomar al día?
Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), consumir hasta 400 mg de cafeína al día (lo que equivale aproximadamente a cuatro tazas de café de 8 onzas cada una) no plantea riesgos significativos para adultos saludables. Mientras que la FDA (Food and Drug Administration, EE. UU.) también coincide con esa cifra como umbral generalmente seguro: 400 mg diarios es el límite que la mayoría de adultos pueden tolerar sin efectos adversos graves.
¿Cuáles son los beneficios y efectos adversos del café?
Consumido con moderación, el café ha sido asociado con mejoras en el estado de ánimo, menor riesgo de algunas enfermedades crónicas (Parkinson, diabetes tipo 2) y protección del hígado.
Pero también hay un lado oscuro: pasar de 400 mg diarios puede desencadenar nerviosismo, palpitaciones, insomnio, irritabilidad e incluso alteraciones del ritmo cardiaco. También, en dosis muy altas (por ejemplo, cerca de 1,200 mg o más), se han documentado efectos tóxicos severos, como convulsiones.
¿Cuándo disminuir el consumo de café?
Si notas nerviosismo, temblores, insomnio o palpitaciones al cabo de unas horas, puede que estés rebasando tu tolerancia personal. Mientras que durante el embarazo, se recomienda a las mujeres que no pase de 200 mg de café diarios para evitar riesgos al bebé.
También, evita consumir café cerca de la hora de dormir: la cafeína puede alterar el sueño hasta horas después. Incluso, se sabe que ingerirla incluso 6 horas antes del descanso reduce la calidad del sueño. Por lo que es muy importante no consumir esta bebida horas antes de irte a la cama.
En resumidas cuentas, el café puede ser un gran aliado si se consume con medida, pero la tolerancia varía según la persona. Por lo que escuchar a tu cuerpo, evitar el exceso y moderar las tazas en casos especiales como embarazo o hipertensión es la clave para disfrutar de esta bebida sin poner en riesgo tu salud.
CON INFORMACIÓN DE RADIOFORMULA
