CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La situación de los panteones en Victoria se encuentra en una fase crítica: espacios clausurados, capacidad casi rebasada en los que aún operan y la necesidad urgente de habilitar nuevos terrenos para atender la demanda de la población.
Carlos Charles Ortiz, secretario de Servicios Públicos Municipales, confirmó que el Panteón de la Libertad permanece clausurado desde hace varios años y que los cementerios de La Cruz y El Cero siguen en funciones, pero con limitaciones de espacio.
“Los únicos lugares disponibles son los que aún conservan las familias, en lotes dobles o triples adquiridos con anterioridad. Ya no hay terrenos nuevos para ofrecer”, reconoció.
Ante este panorama, el municipio analiza un proyecto que podría dar un respiro temporal. Se trata de la habilitación de entre 200 y 250 lotes en un predio ubicado en la salida a Matamoros, del cual un particular donó el 10 por ciento de su extensión.
“Este caso ya fue revisado por Cabildo, y se trabaja con otras dependencias para que pueda concretarse lo más pronto posible”, explicó Charles Ortiz.
Creciente demanda y pocos espacios
La falta de espacios en los panteones refleja un problema que ha venido acumulándose durante décadas: el crecimiento poblacional y la ausencia de planeación a largo plazo. Hoy, las familias que necesitan un lugar para sepultar a sus seres queridos dependen casi exclusivamente de tener reservas previas en cementerios antiguos.
“Quien tiene algún espacio comprado lo sigue aprovechando. Pero ya no podemos hablar de disponibilidad amplia. Los panteones se están agotando”, puntualizó el funcionario.
A la par de la escasez de lugares, los cementerios enfrentan otra problemática: el abandono y el crecimiento de la maleza, especialmente tras las lluvias. Vecinos y visitantes han reportado condiciones de descuido en distintas zonas, lo que afecta la imagen y dificulta la visita a las tumbas.
Charles Ortiz aseguró que cuadrillas municipales trabajan en el deshierbe y limpieza, aunque pidió paciencia debido al crecimiento generalizado de la hierba en toda la ciudad. “Estamos avanzando en camellones, bulevares y colonias, y también en los panteones, pero el trabajo es mucho y requiere tiempo”, afirmó.
La falta de espacios en los cementerios no es un problema exclusivo de Victoria, pero sí uno que evidencia la necesidad de políticas de planeación más sólidas. La habilitación de nuevos terrenos puede ser una solución temporal, pero la demanda creciente obligará a las autoridades a proyectar con mayor visión de futuro.
Mientras tanto, cientos de familias victorienses se enfrentan al dolor de perder a un ser querido con la incertidumbre añadida de no contar con un lugar digno donde sepultarlo.
Por Raúl López García




