CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Entre el miedo y la incertidumbre, decenas de familias victorenses solicitarán y avisarán a través de una carta a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, su intervención para evitar ser desalojados de sus domicilios que datan de hasta 60 años.
Son habitantes de la colonia Ampliación Tamatán y de otras más a orillas del río San Marcos, los cuales viven días de angustia desde hace varios meses, cuando la CONAGUA les advirtió que deberán abandonar sus casas por estar asentadas “en zona federal”, a la orilla del río San Marcos y como parte de un programa federal denominado «Adopta un río».
Y con la amenaza de demoler sus viviendas por parte del órgano regulador de las aguas nacionales sino se retiran lo más pronto posible, los vecinos decidieron dar por aviso a la titular del ejecutivo federal para que esto pare y no se afecte al patrimonio de primeras, segundas y hasta y terceras generaciones.
En el escrito a enviar, los habitantes señalaron qué la CONAGUA maneja argumentos sin sustento, pues el río San Marcos no representa peligro alguno para nadie de los que habitan cerca de él.
«El San Marcos es uno de los de menor importancia en la región porque solo lleva agua esporádicamente en temporada de lluvias”.
“Las familias afectadas viven aquí desde hace 60 años en este lugar y nunca se ha registrado la pérdida de una vida”, subrayan.
Las viviendas, muchas de ellas levantadas con esfuerzo a lo largo de generaciones, podrían ser demolidas bajo una orden federal.
Es por eso que los vecinos insisten: “No estamos en riesgo por vivir en este lugar; estamos en riesgo por el abuso de este gobierno y sus instituciones (CONAGUA)”.
Explicaron además que la dependencia pretende aplicar medidas sin analizar la realidad del terreno pues el San Marcos es apenas un riachuelo y caudal seco, no considerado importante como para la aplicación de este programa.
Es por todo lo anterior, que los colonos anunciaron que llevarán su caso directamente ante la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, con la esperanza de que “se enteren que pretenden desalojarnos y dañar el patrimonio de numerosas familias”.
El documento que harán llegar a la mandataria federal también propone un camino de diálogo con mesas de negociación para lograr certeza jurídica a las familias.
Vecinos recuerdan que, desde hace más de seis décadas, han habitado la ribera del San Marcos sin recibir atención ni regularización y de un día para otro, les sellaron y aseguraron sus domicilios de manera sorpresiva.
“No es justo que desde hace 60 años que habitamos esta zona no haya un acuerdo, decreto o regularización de estos predios”.
“¿Dónde está el humanismo de la 4ª T?”, sentenciaron.
Y aunque la crítica se hizo presente en esta carta, confían en que el gobierno Federal escuche su voz y actúe con sensibilidad.
Por. Antonio H. Mandujano




