Problemas legales con la tenencia de la tierra y situaciones de seguridad, históricamente frenaron el desarrollo de la Cuenca de Burgos, pese a su enorme potencial energético.
Ubicada en el noreste de México en una superficie de alrededor de 51,000 kilómetros cuadrados y mar adentro, se extiende hasta la plataforma continental del Golfo de México.
Tiene su epicentro en el municipio de Burgos, Tamaulipas, aunque abarca un área que se extiende a más municipios del estado, pero también de Nuevo León y Coahuila, llegando a la frontera con Estados Unidos.
Se trata de la principal y más importante reserva de gas natural no asociado de México, lo que significa que el gas se produce sin estar acompañado de petróleo.
La producción de gas comenzó en 1945 con el pozo «Misión uno» y representó el 15 por ciento de la producción total de gas natural en México en 2016.
Sin embargo, la situación de inseguridad que se vivió en Tamaulipas, que incluso costó la vida de trabajadores que laboraban en los campos, secuestros y cobro de piso, comenzaron a afectar la producción.
Esta situación, provocó la migración de familias de municipios, especialmente de la frontera, lo que provocó que las empresas que trabajaban en la exploración y explotación de campos, tuvieran dificultades para localizar a los propietarios de los predios por donde debían accesar para llegar a las zonas de trabajo.
El Secretario de Desarrollo Energético de Tamaulipas, explicó que el tema de seguridad será importante para el desarrollo pleno de la Cuenca, luego que en el pasado reciente se manifestaron situaciones de inseguridad en campos petroleros.
“Particularmente Jaguar y el Consorcio, 5M, “en su momento, yo atendí la solicitud y se hizo una serie de observaciones, nos plantearon que los principales periodos habían ocurrido entre el 21 y el 22”, comentó Walter Julián Ángel Jiménez.
Explicó que se dio seguimiento a ese procedimiento para garantizar la seguridad, luego que se señaló presencia de personas armadas cerca de los campos de trabajo.
“Particularmente Jaguar en la cuenca de Burgos, fue lo que en su momento refirieron, pero quiero aclarar que no necesariamente está pasando en este momento, lo que ellos habían referido en su momento es que eso les había paralizado la producción”.
Para ello, explicó, se buscó la coordinación con las fuerzas de seguridad federales y estatales con mayor presencia en las zonas, lo que permitió mantener la producción 24 siete.
El funcionario estatal reconoce que en Tamaulipas hay campos abandonados, pero no se trata de una situación particular, pues es un fenómeno que se repite en otras partes del país.
“El fenómeno de abandono de campo se dio principalmente con el descubrimiento del yacimiento Cantarell”; el funcionario se refiere al complejo que incluye yacimientos como Akal, Nohoch, Chac y Kutz, ubicados en el mar de campeche en el Golfo de México a 80 kilómetros de la costa en la península de Yucatán.
“Ese yacimiento de Cantarell, hizo que mucha producción o pequeña producción que estaba contabilizada, por ejemplo en 3,500, barriles, 2,000 barriles, 600 barriles se fueran principalmente a aguas someras y taponaran los pozos”.
Ángel Jiménez comentó que en el mes de abril, Petróleos Mexicanos (Pemex), lanzó una convocatoria para rescatar los pozos cerrados y comenzar la producción a partir de los contratos mixtos que actualmente ya están desarrollando el proceso de exploración”.
El titular de Desarrollo Energético en Tamaulipas, apuntó que también en Tamaulipas, Pemex tiene contratos mixtos con empresas privadas, lo que les permite desarrollar y operar campos petroleros.
“Afortunadamente Tamaulipas tiene mucha presencia de contratos mixtos en muchas zonas en donde se consideraba que ya no no era viable”, incluyendo la Cuenca de Burgos y Tampico-Misantla.
Recientemente Pemex planetó la firma de al menos siete nuevos contratos mixtos para desarrollo de hidrocarburos, en los que Petróleos Mexicanos tendrán al menos el 40 por ciento de participación.
La propuesta es poner en manos de operadores privados, una superficie de 972 kilómetros cuadrados con 1,004 millones de barriles de petróleo y 980 miles de millones de pies cúbicos de gas, a través de 435 pozos que se sumarán a los más de mil que ya hay en las regiones.
En el caso de Tamaulipas, los bloques son Cuervito de 536 kilómetros cuadrados, ubicado en la Cuenca de Burgos, sin reservas de crudo y con un volumen a recuperar de 245,000 millones de pies cúbicos de gas, donde se tiene 274 pozos perforados y se solicitan 147 más.
Además del bloque Tamaulipas-Constituciones, de Tampico-Misantla, de 102 kilómetros, con 79 millones de barriles de crudo a recuperar y 96 millones de pies cúbicos de gas; aquí se han perforado 609 pozos y se solicitan 196.
El esquema de contratos mixtos se cotempla en el Plan Estratégico 2025-2030, en los que a Tamaulipas se contempla en cuatro campos más en el Cinturón Plegado Perdido.
En el caso del gas en la Cuenca de Burgos, para el Secretario de Desarrollo Energético de Tamaulipas, la discusión es si será competitivo o no, pensando que Estados Unidos tiene el precio del gas más barato del mundo.
“Consideramos que es probable que los precios del gas de Estados Unidos no se comparen, digamos en el corto plazo, pero nos da una ventaja estratégica, que es que si hay producción nacional, es gas nacional”.
Explicó que México tiene la vulnerabilidad de depender del gas de Estados Unidos de donde se importa el 85 por ciento, del que 60 por ciento se utiliza para generar electricidad.
Esto, dijo, “impactaría negativamente si, por ejemplo, las directrices del vecino del norte cambian en materia de precios de gas y que nos hagan inviable en la generación eléctrica, ya ha pasado, es lo que se manifestó en el apagón de febrero del año 21, particularmente por el cambio de la directiva de precios”.
Precisamente por eso, dijo que, si bien puede ser medio o un dólar más caso el gas que se obtenga de la Cuenca de Burgos del que se vende en Estados Unidos, “al final va a ser nuestro, y esa es la de la parte importante”.
“En la Cuenca de Burgos, hay muchos recursos prospectivos en aceite y gas, particularmente no convencionales, así como en la de Tampico Misantla”, explicó.
El gas no convencional es gas natural atrapado en rocas de baja permeabilidad como el esquisto (gas shale) o en capas de carbón, que requiere técnicas de extracción avanzadas como la perforación horizontal y la fracturación hidráulica (fracking).
A diferencia del gas convencional, que se encuentra en yacimientos porosos y permeables, el gas no convencional está muy disperso y adherido a las formaciones rocosas, lo que dificulta su flujo natural.
Perla Reséndez
Expreso-La Razón




