4 diciembre, 2025

4 diciembre, 2025

Qué se indigne la afición

EL CONTENCIÓN/DANIEL VÁZQUEZ

La polémica separación de Juan Manuel Capeluto del primer equipo de Correcaminos UAT ha abierto un debate que honestamente no debería ser tan grande si se entiende cómo funciona un vestidor de futbol profesional y sobre todo si se mira como está el equipo en lo deportivo que es lo más importante.

He hablado con distintas fuentes dentro de la institución y, más allá de versiones que han sirgido, lo que ocurrió fue un regaño fuerte, directo, de esos que suceden en el 99% de los equipos cuando las cosas no se hacen bien.
Ojo, no busco defender ni ofender a nadie, solamente digo lo que investigué… al final, usted amiga o amigo lector, tienen la última palabra. Así que, prosigamos…

El detalle es que el futbolista uruguayo lo tomó de otra forma y, según se cuenta, varios compañeros tuvieron que intervenir para tranquilizarlo pues desde días atrás ya estaba con actitudes raras, según cuentan varios cercanos.
Obviamente se entiende que al no estar jugando, pues tenga una molestia, malo sería que no se sintiera así, y tal vez no es la primera vez que pasa en un vestidor un enfrentamiento de esta índole, el detalle, a lo que me han dicho, la molestia fue la forma en que manejó la situación al menos esto al interior del vestidor.

Son cosas que pasan en el futbol y los famosos códigos evitan que esto se escape al exterior… pero también es un reflejo de un vestidor cargado, con tensiones acumuladas y con un equipo que hace tiempo perdió su rumbo emocional y deportivo.

Y aquí es donde quiero detenerme: porque el verdadero problema de Correcaminos no empezó con Capeluto, ni con Ricardo Chávez, ni con Jorge Urbina, incluso ni con el mismo Eugui, que si bien tiene gran parte de culpa de este ultimo torneo, hay un trasfondo importante. El problema viene de atrás, de una inercia negativa que ha arrastrado al club por años.

Lo que estamos viendo hoy es consecuencia directa de: malos manejos directivos, planteles flojos y frustración generalizada, falta de autocrítica de jugadores, directivos, entrenadores, y no de uno, dos o tres años, hasta más…

Tuve la oportunidad de escribirlo hace un año y lo vuelvo a repetir… más del 70% del plantel (sin contar canteranos) se ha mantenido en los últimos dos años y medio, desde la era de Raúl Gutiérrez.

Es el mismo grupo que ha atravesado escándalos de apuestas, pleitos con entrenadores, con directivos, con medios y con su propia afición, malos resultados, indisciplinas por la vida nocturna, de todooo… ¿quién es el común denominador de todas las crisis?… los jugadores, y ojo no quiero decir que son los únicos culpables o que todos son malos o parte de esto.

Pero les comento una clave de todo a título personal. Todos esos jugadores que ya tienen muchos años, ya están fastidiados y hasta cierto punto tienen el chip de la derrota y los malos momentos en su cabeza, ellos mismos sin dar nombres, aseguran que sienten que lo mental es la clave del porqué estén atravesando este momento.

Los famosos fantasmas del futbol aparecen cada que hay un error, un gol en contra y eso contagia, por más que uno, dos o tres quieran, no se va a lograr.

Al punto que por lo que sé, muchos de ellos si les ofrecen renovar, no lo harán. No por otra cosa más que porque están hartos, desgastados. Y cuando un vestidor se llena de frustración, derrota y rutina, ya no hay discurso que alcance ni líder que lo cambie.
En mi opinión, Correcaminos necesita una sacudida profunda: mover al 80–90% del plantel, oxigenar el vestidor y traer jugadores con hambre, con chip diferente y con autocrítica real. La afición lo pide. Y sinceramente, también el equipo lo necesita.

Y si en este próximo torneo Ricardo Chávez o a quien le toque, tiene la oportunidad de armar el equipo desde cero, ahí sí habrá que juzgarlo como se ha juzgado a otros.

Al final, los que deberían estar verdaderamente enojados no son Capeluto, ni Chávez, ni Urbina, ni nadie más que los aficionados. Los que llevan más de 30 años esperando resultados dignos. Los que han aguantado goleadas, fracasos y temporadas para el olvido. Ellos son los que merecen respeto, resultados y un proyecto serio… no explicaciones vacías ni dramas de vestidor. No estamos en una novela, esto es un Club de Futbol profesional.

A Chávez y a Urbina les toca dar la cara, aunque no hayan sido ellos los artífices principales de todo esto pues llegaron sobre la hora, la realidad es que hoy están al frente y la afición esa que si tiene derecho de hacer drama y enojarse, quiere resultados… ojalá pronto los puedan dar, el próximo torneo será la verdadera prueba y el torneo donde se les deberá juzgar al 200%, exigir, y veremos si están hechos para este equipo que no es para todos.

Después de la goleada en contra una vez más, parece que ahora Urbina sí meterá a los jóvenes, y si quisiera pedirle algo a los aficionados, que a ellos sí les tengan paciencia, es hora de meterlos al ruedo, de ver cuántos salen bien de estos exámenes que posiblemente tendrán y los que aprueben que sean la base del nuevo plantel.

Démosle una oportunidad a ellos que desde hace años piden a gritos, ellos que no harán dramas, que no buscarán polémicas, ni harán indisciplinas, ni mucho más que aprovechar la oportunidad y ayudar al equipo de sus amores.
Ojalá pronto estemos hablando del tema futbolístico y no de otras cosas… pero créanme que hay mucha tela que cortar.

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