5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

Dinero maldito

Cada persona es libre de tener sus propias creencias, religión o culto, pero hay que tener cuidado

CIUDAD VICTORIA, TAM- Todo empezó con un dolor de cabeza que Alma experimentaba cada que regresaba del trabajo, siempre a la misma hora y en las mismas circunstancias.

Llegó un momento en que los analgésicos no le funcionaban. Acudió al médico y tras una serie de análisis, el galeno no pudo encontrar la razón de su malestar. Fue entonces cuando su madrina, Doña Josefina, le hizo un comentario que cambiaría su vida en lo inmediato.
– A mi se me hace que te hicieron mal de ojo – le sugirió la señora mientras ambas lavaban los platos.

– Ay Pepina, yo no creo en esas cosas.
– Pos deberías m’ija, hay cada gente envidiosa por todos lados, yo que tú me daba una barridita con huevo.
Angustiada, Alma accedió a seguir el consejo de su madrina y fueron con una vecina que era conocida por ese tipo de ‘ayudas’.
Con un huevo, un ramito de albahacar y un poco de incienso la vecina le realizó el rito doméstico. Al quebrar el huevo …este salió normal, sin coloración ni grumos ni nada.

A pesar de esto, la vecina que la había ‘barrido’ le advirtió que posiblemente ‘alguien’ le estaba ‘trabajando’.
Por consejo de su madrina, Alma compró algunas veladoras y amuletos que colocó en los rincones de su casa.
Los días se volvieron tensos pues sentía que algo malo le podría suceder, y los dolores de cabeza regresaron. Esa angustia y nerviosismo culminaron en una distracción que la llevó a omitir un alto y sufrir un choque.
– Te lo dije, alguien te esta trabajando – le reprimía su madrina – deberíamos ver quien te puede ayudar con esto Almita, ¡antes de que te pase algo peor!

Una tarde, Josefina llegó corriendo de la tienda llamándola a gritos.
– ¡Alma, Alma! mira lo que me compartió doña Perla, una publicación del ‘feis’ es de una señora que va a venir a Victoria, ¡que dicen que es muy buena haciendo limpias y quitando ‘trabajos’!
Alma tomó el celular y leyó la publicación.

– Dice que solo va a estar unos días en Victoria …se me hace que voy a ir a verla, déjame le mando un inbox para hacer cita.
A la atribulada mujer le contestaron el mensaje, indicándole que se presentara el siguiente martes en un fraccionamiento al poniente de la capital. Así lo hizo y fue recibida por una mujer de tez blanca y ojos verdes.
– Una persona de tu trabajo quiere destruirte, y lo primero con lo que va a acabar es con tu dinero. Te va a causar otros problemas …como el de tu coche que chocaste, así que lo primero que tenemos que bendecir es tu dinero – le dijo la mujer.
– ¿Y que tengo que hacer?

– Para empezar, te voy a hacer una limpia para quitarte un montón de cosas que traes encima, y después tienes que juntar lo más que puedas de dinero para bendecirlo, para que no te quedes en la calle por las maldades que te pueden suceder, entonces junta lo mas que puedas, eso no me lo vas a dar a mí, es tuyo, yo solo te lo voy a bendecir. Si quieres mañana o pasado tres el dinero y te lo bendigo y te lo protejo.

– ¿Y a usted cuanto le voy a pagar? – preguntó Alma.
– A mi no me des nada, yo no te puedo cobrar porque tu dinero esta maldecido, ya cuando te lo bendiga, te aceptaré lo que de corazón me quieras dar.
Esas últimas palabras terminaron de convencer a Alma de que la santera quería ayudarla de verdad y puso ‘manos a la obra’ para bendecir su dinero.
Tras una visita al banco y a un par de cajeros automáticos logró reunir 85 mil pesos, y regresó con la mujer aquella, que luego de ponerlos en un paliacate rojo el cual amarró con fuerza, los colocó frente a un altar con velas e imágenes, y rezó durante unos minutos.

– Cierra tus ojos voy a terminar de quitarte el mal de encima – le dijo a Alma, quien obedeció y recibió otra ‘barrida’. Al terminar, la santera le regresó el paliacate.
– Ahora ve a tu casa y entierra en tu jardín el dinero, y no lo desentierres hasta dentro de diez días, y quedará limpio de toda maldición, así como tu casa y tu familia.

Alma agradeció a la mujer las atenciones recibidas y le entregó un par de billetes da alta denominación. Luego de eso regresó a su casa y enterró el paliacate en el jardín trasero en la oscuridad de la noche.
Pasaron diez días y Alma acudió a desenterrar su dinero, y para su sorpresa, dentro del paliacate halló papel periódico, y de la santera …ni sus luces, ni la publicación, ni la conversación y el domicilio ya se encontraba deshabitado: la habían estafado. Lo peor fue que meses después descubrió que los primeros dolores de cabeza se debían a que ya necesitaba anteojos y todo fue una especie de sugestión acrecentada.

– Pero yo me la merezco por dejarme convencer – relataba Alma al Caminante – yo ni siquiera creía en esas cosas.
Ojalá que Alma pronto se recupere de esta experiencia. Demasiada pata de perro por esta semana.

POR JORGE ZAMORA
EXPRESO – LA RAZÓN
 
 
 

Facebook
Twitter
WhatsApp

DESTACADAS