El Barranco, Cruillas. Tam.- Dos cosas tiene El Barranco para presumir: mujeres bonitas y el mejor machacado del mundo.
Esta comunidad que se localiza 20 kilómetros distante del pueblo de Jiménez, constituye un espacio con remarcada identidad propia, y con creces, muestra a todos, sin pudor ni falsa modestia, la capacidad de sus hombres y de sus mujeres, para generar inigualables oportunidades de desarrollo.
Pero también existe aquí, algo que despierta la curiosidad y esto es, que El Barranco viene a ser, algo muy semejante al paraíso donde pueden descansar las almas de los perros que se portan bien.
En ningún lugar existen perros tan bien alimentados. Los de El Barranco, no reconocen ningún deber, pero tienen, eso sí, comida a reventar.
De puritita envidia, y no de otra cosa, hay quienes llegan a decir que a esos perros chiflados, nomas les hace falta roña para rascarse.
Si bien, en El Barranco, los perros no conocen el hambre, tampoco el trabajo y por lo mismo, algunas personas describen a esta comunidad ejidal como la tierra abundante y generosa donde no hay «perras flacas».
Deambulan las calles de El Barranco, puro perro gordo.
Sin que con ello se pretenda afirmar que hay perros sueltos en abundancia.
TERRIBLE MALDICION
Con toda la alegría que muestran los suertudos perros que tuvieron la dicha de nacer en El Barranco,
Mauricio Salazar, quien fuera presidente del gobierno municipal de Jiménez en el periodo 2003-2005, es también un experto en refranes rancheros y apasionado conocedor de costumbres y tradiciones, en esta región. Es el ex alcalde, quien sostiene en su conversación un dato curioso, que es el que refiere a la no grata fama de terribles holgazanes que recae sobre los perros de El Barranco, que bien pudiera tener punto de origen en el hecho de que se la pasan echados todo el día, sin hacer nada.
La ingrata fama de los pobres animalitos, tiene desastrosas consecuencias, entre las cuales se incluye que a ellos, nadie les quiere adoptar, es más, nadie que sea originario de la región que conforman Jiménez, El Encinal y Cruiillas acepta a manera de regalo, a un perro cuando se sabe que proviene de El Barranco.
Para explicar de qué se trata, es necesario recurrir a un ejercicio mental. Imaginar que un perro, cuya costumbre es permanecer echado a un costado de la puerta, se levanta lentamente, igual que lo hiciera un elefante reumatico; en cámara lenta. No obstante que el dueño se «desgarra la garganta», cuchileándolo a los marranos, cuando éstos traspasan el cerco que divide al solar, allá en el fondo.
Lo saben todos, …el perro se caracteriza por llegar al objetivo, que para el caso que referimos, ese intruso se llama marrano. Pues bien, al grito del amo el perro se coloca detrás del cerdo, …le hace «guau, guau» y, una vez hecho lo cual da media vuelta y retorna con la misma parsimonia, al lugar donde siempre se le encuentra echado y del cual, absolutamente nadie puede moverlo. El lector debe entender que este lugar se encuentra a un costado de la puerta.
NI LA «GORDA» DESQUITAN
Para el perro de El Barranco, no resulta necesario ganarse el cariño del amo espantando cerdos ajenos, para desquitar con esta acción, la tortilla que ese día le habrá de alimentar.
Es fama publica que esos perros, ni cuidar la casa saben.
Pero, que hizo el perro para ganarse tan ingrata fama?
Nada.
Lo que no se ha dicho hasta ahora, es que el perro de El Barranco, tuvo como pocos, la buena suerte de nacer y crecer en un lugar donde abundan huesos y vísceras en cantidades suficientes que le dan para compartir incluso con especies carroñeras como zopilotes, quebrantahuesos, zorros y coyotes, entre otras, que merodean la orilla del pueblo, de tal manera que el ingrato perro, no requiere aprenderse ninguna gracia para hacerse merecedor de alimento.
MACHACADO: AUTÉNTICO MANJAR
Efectivamente, hombres y mujeres, familias enteras participan aquí, en todo el trabajo que se da en torno al sacrificio de vacas flacas destinadas a convertirse en toneladas del exquisito «machacado» que luego salen a entregar por todos lados, aunque, se reconozca que el principal y más importante centro de distribución y venta, está en El Encinal.
Los más de 20 kilometros que median entre esta comunidad y otras, como las cabeceras municipales de Cruillas y Jimenez, conceden a El Barranco la ventaja que representa encontrarse distante, cuando del manejo de desechos orgánicos como vísceras y huesos se trata .
El autor del reportaje estima importante hacer saber que no es el objetivo de este trabajo, descifrar el secreto que celosamente guardan todas aquellas familias que participan en el procesamiento de un alimento como el machacado, que se caracteriza por haber conquistado preferencias en todo el estado de Tamaulipas, con ese sabor que le distingue y lo hace inigualable.
Continuemos con la descripción del perro.
La ingrata fama de los holgazanes canes, sin embargo, llega a tal extremo que la despectiva frase «no seas perro del Barranco», con la cual papás y mamás reprenden a sus hijos, constituye, el regaño mas severo que ellos tienen, para llamarlos a que retomen el camino del trabajo y la producción.
A TRAGARSE EL MUNDO
Dentro de las atribuciones que le otorga la vida, la sociedad y las leyes a los padres para conducir la vida de sus hijos, jamás aceptan ver qué éstos luzcan derrotados frente a condiciones adversas, mucho menos ver qué se reduzcan a la condición despectiva en que están colocados los «perros de El Barranco». Esto quiere decir, que ellos, no están dispuestos a formar hijos flojos, ciudadanos sin ambición, o ilusión de ninguna clase.
A sus hijos, les remarcan con frecuencia y mucha energía, que a la vida hay que comérsela a mordidas. Tragarla a
Hay que trabajar, remarcan siempre en este tipo de sermones que dictan a los hijos y hacen hincapié en el incuestionable hecho que resulta saber que a ningún lado llegan las personas conformistas, que se pasan enteramente el día sin hacer nada, en la panadería del huevo, «echados,» mientras se regocijan en la ociosidad.
Y es que los papas tienen bien claro que los «huevones», en ningún lado tienen cabida y asi, para comenzar o pera terminar, acaban recetándoles el clásico refrán, en mi casa no caben los «perros del Barranco.»
Dicho lo cual, todos emprenden el retiro y se van directo a trabajar.
El Barranco no es un pueblo imaginario igual que sucede en el Macondo que en «Cien años de Soledad» describe el autor de la novela, Gabriel Garcia Márquez.
El Barranco, es un lugar que concentra a un reducido número de familias que tienen por credo el trabajo. El sol no alcanza a nadie en la cama, ni por la mañana, mucho menos por la tarde.
La misión que cumplen todos los miembros de una familia en El Barranco, consiste en procesar de manera artesanal, el machacado que en Tamaulipas tiene mayor demanda:
Servido a la mesa, el plato de machacado presenta: huevos de gallina de patio revueltos con carne bien seca y deshebrada de res, que se fríen en aceite. El machacado se acompaña, preferentemente de la manera que lo recomienda don Santos Leal de la Fuente: con tortillas de harina recién hechas. Se decora preferentemente con rebanadas de tomate y aros de cebolla.
La familia de don Santos Leal, elabora entre otras, el famoso machacado El Torito, de amplia aceptación en el mercado local y que de manera exitosa incursionó en el mercado estadounidense.
ENTRE CARNE SECA Y TRAGUITOS DE MEZCAL
Una extraordinaria historia de trabajo, perseverancia y complementariedad parece estar compartida en la región que integran Jiménez, El Encinal, El Barranco y El Tinieblo, que les convierte en ese lugar preciso y adecuado para forjar el carácter suficiente y necesario entre hombres y mujeres a quienes la adversidad resulta insuficiente para doblegar.
La elaboración y posterior venta de machacado, es un autentico acto de supervivencia. Pueblos como Jiménez, que fueron «descuartizados» cuando procedió la modernización de la carretera Victoria Matamoros, provocada por la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, que demandaba que nada se interpusiera en el transito de mercancias y bajo esa consigna se amplió la totalidad de los puentes estrechos existentes para salvar ríos, riachuelos y arroyos, además, se construyeron libramientos de transito pesado en San Fernando y Jimenez, que tuvieron funestas consecuencias, porque ahogaron la economia de los pueblos y provocaron aumento de la pobreza.
La producción y venta de machacado, sobrevive luego de un periodo de emergencia sanitaria que provocó la pandemia del Covid y el Omnicron que forzaron el cierre temporal de restaurantes como El 4 Vientos, en el Encinal, El Tamaulipeco y Lupita, El Cuerudo y otros de larga tradición.
Del Jesús en la boca provocado por la angustia y el dolor que provocan las consecuencias de la inseguridad, de ese tema, mejor ni hablamos, porque hay heridas sangrantes todavía y baste la sola referencia del tema, para reconocer que en El Encinal, El Barranco, Jimenez y El Tinieblo, el temple y carácter de hombres y mujeres es determinante para escribir autenticas proezas.
QUE TENGA BELLEZA DE PIES A CABEZA
Sin duda, el municipio de Cruillas disfruta la buena fama que le convierte en esa tierra generosa donde nacen mujeres bonitas.
Ojos verdes y dorada cabellera les distingue.
Todos dan por aceptada la versión o teoría que esta belleza singular, es herencia genética de abuelos y antepasados que llegaron a poblar la región en busca de metales preciosos, cuando tiempos idos.
Kilómetros distante, se asienta el municipio de Casas, también fundado por el conde de la Sierra Gorda, José de Escandón. Precisamente de este lugar, Casas, era originario don Pantaleón Martínez, mismo que le dio a Victoria, capital del Estado, una de las empresas mejor recordadas «Helados Regia,» que durante años cumplió el encargo de producir de manera artesanal, esos sabores que en forma de paleta y sandwiches de nieve, transformaron en deliciosa aventura, la infancia de muchos niños victorenses.
Helados Regia estuvo ubicada largos años en el 8 boulevard Praxedis Balboa, lugar en la cual se producían, deliciosas paletas de sabores perdurables que hasta hoy, resultan imposibles de igualar .
Como hombre exitoso e hijo predilecto de Casas, don «Panta», que de esta forma lo reconocieron siempre sus amigos, y fueron ellos quienes lo llevaron a presidir el gobierno municipal.
JARDIN DE FLORES
Pues bien, en tiempos que don Panta presidió el gobierno municipal de Casas, se brindó impulso como nunca, al certamen «Flor del Campo», que promocionaba la Liga de Comunidades Agrarias conjuntamente con las presidencias municipales.
Don Panta no resistió, más bien, el deseo de ver qué un exigente jurado reconociera la belleza personificada en su hija, le hizo sucumbir.
Al alcalde Pantaleón, le ganó el cariño que con orgullo profesó a su pequeña y hermosa hija y a los jueces, con la poca discreción que todavía le quedaba, casi al oído fue y le dijo una frase que quedó grabada para la posteridad: «aquí, la mas bonita es Panta.»
Al final el certamen, la hija de don Panta recibió por merecimientos propios, el título que resaltaba su belleza, sin embargo, este hecho provocó el surgimiento de una sarcástica leyenda que dejó consignado: “Cruillas es tierra de lindas mujeres, y en Casas, la más bonita es Panta».
PRIMER RESUMEN
La región del mezcal y el machacado constituye desde ahora, un espacio de identidad propia que promueve el turismo y fomenta el empleo: Jiménez se transforma en enorme museo que resguarda vestigios de un pasado digno de permanecer en el recuerdo.
El Tinieblo es un mezcal artesanal ultra premium que se produce en el Rancho El Tinieblo desde 1865.
Además el rancho ofrece experiencias turísticas que incluyen recorridos por la destilería y la reserva natural, donde habitan animales exóticos.
El Barranco aporta una producción no cuantificada de exquisito machacado.
El Encinal constituye el centro de distribución y venta por excelencia, del machacado más sabroso del mundo, que se produce artesanalmente en El Barranco.
Por Vicente González M.
EXPRESO-LA RAZON




