El 20 de enero de 2025, frente al Capitolio en Washington, Donald Trump afirmó en distintos momentos de su discurso de Toma de Posesión: “Seremos la envidia de todas las naciones… Como en 2017, volveremos a construir el ejército más fuerte que el mundo haya visto jamás. Mediremos nuestro éxito, no solo por las batallas que ganemos, sino también por las guerras que terminemos y, quizá lo más importante, por las guerras en las que nunca nos metamos. El legado del que me sentiré más orgulloso será el de pacificador y unificador. Eso es lo que quiero ser, un pacificador y un unificador… América reclamará su legítimo lugar como la nación más grande, más poderosa y más respetada de la Tierra, inspirando el asombro y la admiración del mundo entero.”
Ocho meses después, en el extremo sur de la Península de Sinaí, en la pequeña ciudad de Sharm el Sheij, en Egipto, se llevó a cabo la firma de un Acuerdo de Paz propuesto por el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump, al que también le llaman Plan Trump para la Paz en Gaza, que pretende poner fin a dos años de guerra en la Franja de Gaza entre Israel y Hamás, que ha dejado a decenas de miles de civiles palestinos muertos, la mayor parte de ellos, niños, mujeres y ancianos desarmados, que fueron víctimas de la barbarie depredadora de las autodenominadas Fuerzas de Defensa Israelíes.
El evento denominado Paz 2025 fue presidido por el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, Abdel Fatah al Sisi, Presidente de Egipto, Recep Tayyip Erdogan Presidente de Turquía, y también Bing Hamad Al Thani Emir de Qatar, quienes firmaron el acuerdo como los mediadores que lograron el cese al fuego y la entrega de rehenes israelíes y palestinos como primera parte de ese esa propuesta de paz, no acudieron al acto representantes de Israel ni de Hamás.
Ese mismo día, unas horas antes, Donald Trump fue recibido como un héroe, en medio de aclamaciones y aplausos, en el seno del parlamento israelí, en donde un legislador se pronunció por el reconocimiento del estado palestino y el presidente de la asamblea ordenó que fuera retirado del recinto, Trump hizo un discurso triunfalista y elogió al Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu y sugirió desde la tribuna del Congreso israelí que fuera indultado por las acusaciones de corrupción que se tramitan en juzgados del Poder Judicial de Israel.
Atestiguaron el evento de firma del Acuerdo de Paz en Egipto Jefes de Estado y representantes de alto nivel de los mas importantes países de la región como: Mahmud Abás, Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Abdullah II, Rey de Jordania, Emmanuel Macron, Presidente de Francia, Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno de España, Giorgia Meloni, Presidenta del Consejo de Ministros de Italia, Keir Starmer, Primer Ministro del Reino Unido, Antonio Costa, Representante de la Union Europea, António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, Mohamed Shia al-Sudani, Primer Ministro de Irak, Shehbaz Sharif, Primer Ministro de Pakistán, Hamad Bin Isa Al Khalifa, Rey de Baréin, también estuvieron presentes representantes de alto nivel de Emiratos Árabes Unidos, Omán, Kuwait, Grecia, Alemania, Armenia, Chipre, Azerbaiyán y Bahréin.
Previamente en Gaza y Tel Aviv, se llevó a cabo la entrega de los rehenes israelíes y palestinos, las escenas son profundamente conmovedoras, familias enteras reunidas abrazándose en medio de lágrimas por la recuperada la libertad de sus seres queridos, el alto el fuego propuesto e iniciado de inmediato como condición indispensable para la entrega de los rehenes tiene un alto significado en la Franja de Gaza que el lugar en donde se ha llevado a cabo durante dos años la contienda y es el lugar de residencia de más de dos millones de palestinos.
Es importante subrayar que, en un conflicto armado, las fuerzas beligerantes utilizan todo su poderío militar, lanzan misiles con gran poder destructivo, utilizan unidades blindadas con un alto poder de fuego, baterías de artillería y tanques, navíos y aeronaves que pueden lanzar bombas y misiles, helicópteros artillados, cargas de explosivos militares capaces de derribar grandes edificios, y tropas de tierra que se movilizan en vehículos blindados. El alto al fuego significa que las fuerzas en contienda dejarán de usar todas esas armas en contra de sus adversarios y sólo quedarán patrullando los territorios vehículos ligeros con armas de mucho menor poder, sin duda habrán enfrentamientos aislados, de los que se les llama escaramuzas, pero el poder de fuego de guerra se ha detenido por ahora.
En ese contexto, Donald Trump ha sido recibido en Israel y en Egipto con júbilo y abiertas expresiones de reconocimiento de los representantes del congreso israelí y de los Jefes de Estado que acudieron a dar fe de la firma de la primera parte del Acuerdo qué le ha llevado la paz provisional a esa parte del mundo.
Mientras en las alturas del poder en Europa y en los países árabes glorifican a Trump, hay que recordar que el mismo Trump en su discurso del 20 de enero dijo: “En los últimos ocho años, he sido puesto a prueba y desafiado más que ningún otro presidente en nuestros 250 años de historia, y he aprendido mucho por el camino.” Parecía que Trump había llegado a la comprensión de que el Presidente de los Estados Unidos asume también, de hecho, lo que se ha llamado el liderazgo del mundo libre, pero sus medidas nacionalistas como la imposición de tarifas a los productos de 75 países aliados de Estados Unidos lo estaban llevando por un camino distinto, sin embargo, el éxito de su iniciativa pacificadora pareciera ser una corrección al rumbo para recuperar el liderazgo de los Estados Unidos en la comunidad internacional, la pregunta que flota en el aire es ¿eso es bueno para el mundo?
