ALTAMIRA, TAM.- A 25 años de su construcción, comerciantes buscan “resucitar” el mercado municipal y de esta forma enfrentar la llegada de tiendas a la zona centro de Altamira.
El comerciante Roberto Cruz Mancilla, explicó que el terreno donde se construyó pertenecía al municipio y para recibir apoyos del Gobierno del Estado y Federal, se optó por formar un patronato que dirigía Ernesto Vargas.
“Y fue como empezaron a construir el mercado, haciendo unos convenios por ahí y como organización tenían que cumplir con objetivos sociales, pero nunca lo hicieron, siempre lo manejaron como negocio”.
Después de que el patronato vendiera los locales sin ningún orden, el inmueble se deterioró y después de permanecer varios años abandonado, fue en la administración de Armando López Flores cuando se destinaron 11 millones de pesos para rescatar el mercado y darle una mejor imagen.
“En ese entonces bajé un proyecto de 11 millones de pesos y fue como se reconstruyó el mercado y después comenzamos a llamar a los locatarios para que abrieran y pudimos tener 103 locales abiertos”.
Sin embargo, hubo un pleito legal en donde el patronato quería administrar nuevamente el mercado, sin embargo perdió el proceso.
En el gobierno de Alma Laura Amparán se optó que el mercado fuera municipal y se escrituró a nombre del ayuntamiento.
Asimismo, el mercado no se puede activar hasta que reciban la concesión los comerciantes, por tal motivo 100 locales están cerrados y solo 70 se encuentran abiertos.
Una parte del segundo piso del mercado, ya se habilitó como oficinas de la Dirección de Obras Públicas.
Se ha planteado la posibilidad de reubicar al mercado municipal la primera oficialía del registro civil y hasta la oficina fiscal, con la finalidad de aumentar el flujo de personas en el mercado.
“Una vez que el ayuntamiento tuviera las escrituras, serían entregadas las concesiones, pero no lo han hecho y que vienen siendo la certidumbre jurídica de los que invertimos en el mercado, por eso tenemos muchos locales cerrados”.
Roberto Cruz Mancilla, añadió que los pocos locatarios han exigido la entrega de la concesión, una vez otorgada entrará en funciones el reglamento y unas de las cláusulas indica que todos los locales deben estar en funcionamiento, es decir abiertos.
Los comerciantes califican al mercado como un centro de abasto tradicional en el municipio de Altamira, Tamaulipas, cuya historia se centra más en los desafíos de su reactivación y certeza jurídica.
En 2017, las autoridades municipales buscaban reactivar el mercado mediante un proyecto que incluía el fomento a la instalación de establecimientos comerciales de giro tecnológico en la segunda planta del inmueble. El objetivo era generar mayor flujo de visitantes, pero tampoco se concretó.
Por Óscar Figueroa
La Razón




